Problemas para Pedro Sánchez en la última semana de campaña

Pedro Sánchez adelantó las elecciones generales tras el duro golpe que sufrió su partido en las municipales del 28-M (a excepción de Cataluña). El actual presidente del Gobierno creía que así frenaría la caída libre en que se encontraba el PSOE. Aunque Feijóo ya lideraba las encuestas, el inicio de la precampaña fue prometedor para el líder socialista, que iba recortando distancias con su rival. 

Pero poco a poco los aires de remontada se apagaron. Por ahora se confirma que el cara a cara de Antena 3 marcó un antes y un después en esta campaña. Pedro Sánchez se hundió en el plató y se estancó en las encuestas. Ahora, a falta de menos de una semana para las votaciones, solo un milagro permitirá al actual presidente del Gobierno revalidar su puesto en la Moncloa.

Las encuestas son cada vez más claras, las haga quien las haga. Casi todas dan la mayoría absoluta a la suma del PP y VOX. Solo los medios más afines a los socialistas no dan 176 escaños a Feijóo y Abascal. Y aún así, los dejan a muy poca distancia del objetivo. 

Es el caso de El País, que les dan 173 diputados (135+38), o incluso de La Voz de Galicia, que también sumarían 173 (140+33). Para el resto de sondeos, no hay color. Con mayor o menor diferencia, la futura coalición de PP y VOX podría gobernar con mayoría absoluta.

El Español les da 180 escaños (143+37), okdiario también 180 (148-32) y El Confidencial 179 (139+40). Mientras, el Heraldo les sitúa en 181 (148+33) y El Debate en 183 (151+32). Y más ajustado es el triunfo que les da El Mundo, con los 176 exactos para tener mayoría absoluta (147+29).

En cualquier caso, parece claro que el PP ganará. Y casi con toda probabilidad, podría gobernar en mayoría con VOX. Otra cosa es que Feijóo opte por gobernar en minoría y en solitario. 

O que Pedro Sánchez vuelva a “cambiar de opinión”, que en ningún caso quiere decir “mentir”, y finalmente facilite la investidura a la fuerza más votada. Es decir, a los populares, para que no dependan de Abascal. Pero eso ya es adelantarnos demasiado. Lo que es una evidencia es que el líder socialista debe apretar el acelerador para evitar una debacle el próximo domingo.