Las preocupación por la seguridad toma un nuevo impulso en ciudades de Cataluña

En octubre de 2023 dos mil personas se concentraron en Manresa para decir basta al incivismo y la delincuencia. La capital del Bages fue aquellos días el epicentro de una oleada de violencia. Las protestas de los vecinos se reprodujeron en otras ciudades, evidenciando una preocupación social ante la degradación de la seguridad y el orden público.

El cambio de gobierno en Cataluña relegó el tema de la seguridad a un segundo plano. En parte por las expectativas de una reducción de la delincuencia y una mejora de la seguridad. Pero los últimos altercados han vuelto a despertar la preocupación entre la ciudadanía.

El primer aviso fue en Salt, donde inmigrantes y activistas prookupación la tomaron con la policía tras la detención de un imán subsahariano que quería ocupar un piso. Semanas después se repitieron los altercados en Mataró.

En ambas localidades, los disturbios se prolongaron durante varias noches con contenedores quemados y violencia contra la policía. La semana pasada, una pelea multitudinaria entre gitanos en Lérida acabó con salvajes ataques contra la policía y seis agentes heridos.

Salt, Mataró y Lérida comparten un mismo patrón. Son ciudades con mucha inmigración, donde contracomunidades y antisistema se dan la mano erosionando la autoridad de la policía.

A estos altercados hay que sumarle los de Font de Pòlvora (Girona), San Cosme (El Prat) y La Mina (Barcelona). Preocupa la reproducción de estos esquemas por todo el territorio. Quienes sufren las consecuencias son los vecinos, que vivien diariamente con la violencia y que ahora vuelven a decir basta ante tanta inseguridad.

Concentración en Lérida

Vecinos y policía se concentrarán este lunes en Lérida ante la degradación de la situación en la ciudad. Lérida lleva mucho tiempo sufriendo los estragos de la violencia, la delincuencia y el incivismo. Especialmente en el barrio de La Mariola, donde ocurrió la agresión, y que lleva tiempo en el ranking de lugares más peligrosos de toda España.

En este caso son los sindicatos de policía quienes encabezan la movilización. Estos sindicatos llevan tiempo denunciando la grave pérdida de seguridad en Cataluña, como resultado del buenismo de los gobiernos estos últimos años. Señalan directamente a ciertos sectores sociles y políticos que han desautorizado a la policía y han blanqueado la delincuencia.

Además, los agentes advierten de que Cataluña ha tomado un peligrosa deriva y de que esto podría ser solo el preludio. Piden a la Generalitat que les dé protección jurídica, que condene públicamente las agresiones a policía, y que los responsables paguen.

Manifestación en Mataró

Mañana será el turno de Mataró, donde hay convocada otra movilización, en este caso liderada por los vecinos. Es también la culminación del hartazgo de los vecinos de esta ciudad con un alto porcentaje de inmigración y de ocupaciones. También es una de las ciudades catalanas con más inseguridad e incivismo.

Además de los disturbios, la manifestación viene precedida por la brutal agresión de unos magrebíes a un niño de trece años. El ataque provocó una gran indignación que los vecinos quieren expresar públicamente en esta movilización. Piden medidas urgentes para garantizar su seguridad y, sobre todo, la de sus hijos e hijas.

Esta oleada de movilizaciones recuerda a la reacción social vivida hace dos años en Manresa, Vic y Molins de Rei. Pero sobre todo es el reflejo de una situación, la de la seguridad y el civismo, que en lugar de solucionarse empeora.