A Podemos ya no le queda (casi) nadie en Cataluña
El viaje de la formación morada hasta la irrelevancia política es especialmente destacado en Cataluña
Si ahora saliésemos a la calle a preguntar quién es el líder de Podemos en Cataluña, la mayoría de la población seguramente no sabría responder. Incluso los potenciales votantes de los morados se quedarían en blanco. En el mejor de los casos, quizás darían una respuesta equivocada.
La OPA hostil de Sumar al espacio político situado a la izquierda del PSOE que ocupaba Podemos ha sido especialmente exitoso en tierras catalanas. Además, la represalia de los morados de no permitir la doble militancia a sus afiliados ha acelerado su viaje a la irrelevancia política en Cataluña. El goteo de bajas de dirigentes políticos podemitas catalanes ha sido una constante en las últimas semanas y así se ha evidenciado otra vez en los últimos días.
Todo se explica por el posicionamiento de los Comuns, la ensaladilla de varias formaciones en la que se encuentra Podem, Barcelona en Comú o Esquerra Verda (los herederos de la desaparecida Iniciativa per Catalunya). Ada Colau y, especialmente, la vieja guardia de la antigua ICV (Aina Vidal, Janet Sanz, Ernest Urtasun...) se volcaron en la propuesta de Yolanda Díaz y su invento Sumar. Al fin y al cabo es lo que les aseguraba más cuotas de poder, puestos de responsabilidad y, en definitiva, una vida más cómoda.
Mientras, los morados catalanes estaban obligados a elegir entre Podemos y Sumar. Y su decisión ha sido la de romper el carné del partido de Pablo Iglesias. En noviembre de 2023, 13 dirigentes de Podemos en Cataluña dimitían porque preferían ir de la mano de Sumar. Les siguiereon más de 100 militantes, que tomaron el mismo camino. En diciembre, era el turno de Jèssica Albiach, líder de los Comuns en el Parlament, que anunciaba su marcha de Podemos. Y en enero de 2024 ha sido Jaume Asens quien hacía público su adiós de la formación que él mismo impulsó tras el 15M.
El viaje de Jaume Asens
El caso de Jaume Asens es más que significativo. Cofundandor de Podemos y candidato del partido en las elecciones generales de 2019, fue una de las víctimas de la lucha de ego y poder entre Sumar y los morados. A pesar de su peso dentro del espacio, Yolanda Díaz y los Comuns le hicieron la pinza, poniendo a Aina Vidal (de la antigua Iniciativa) de cabeza de cartel por Barcelona en las generales de 2023.
Con este obligado paso al lado, Asens se encontró en una situación similar a la de Irene Montero. Él, sin embargo, en lugar de victimizarse y generar una guerra como hizo la esposa de Pablo Iglesias, optó por adaptarse, alejarse de Podemos y acabar abrazando el artefacto de Yolanda Díaz.
El ya expodemita hizo valer su amistad con Carles Puigdemont para coger protagonismo dentro de Sumar en las negociaciones para la investidura. Y que la legislatura gire alrededor del cortejo constante con Junts es algo que le beneficia. Ahora, cada vez con más peso dentro de la formación de Yolanda Díaz, ha decidido dar el paso, cortar con el pasado y entregarse a su nuevo proyecto. Y lo ha hecho, además, disparando con bala a su ya expartido.
“No reconozco el Podemos que hay actualmente. El Podemos de 2015 está mejor representado en el Sumar de hoy que en el Podemos de hoy. Podemos es mucho menos transversal y más sectario”, fueron algunas de las frases que pronunció la semana pasada al anunciar su adiós a la formación de Ione Belarra.
De este modo, Podemos se queda sin (casi) nadie en Cataluña. Los dirigentes más relevantes ya no están y la máxima responsable de la formación en tierras catalanas es Conchi Abellán, una figura sin impacto mediático. Además, la cúpula del partido ha puesto todos sus ahorros a las elecciones europeas. Y todo apunta a que dan por perdida la batalla en Cataluña, donde el partido va camino a ser residual.
Año electoral en Cataluña
En un año -como máximo-, habrá elecciones en Cataluña y Podemos deberá decidir si seguir yendo a la suya o recoger cable e ir de la mano de Sumar, emulando a aquel adolescente rebelde enfadado que se marcha una tarde de casa de sus padres y acaba volviendo cuando se hace de noche y empieza a hacer frío.
Previsiblemente, los morados se van a llevar un batacazo en las elecciones gallegas y en las bascas. En las europeas, tras poner toda la carne en el asador, aún podrían salvar los muebles. Pero las esperanzas de hacer algo de provecho en unos comicios en Cataluña en el caso de ir en solitario son más bien escasas.
Jèssica Albiach ya dijo que intentará que Sumar y Podemos vayan juntos a las elecciones del Parlament. Como suele ocurrir en estos casos, ir por separado va a castigar a los dos partidos por aquello de la ley electoral. Los Comuns tienen la sartén por el mango porque las encuestas les auguran solo un ligero descenso, mientras que todavía no se sabe la magnitud de la tragedia que pueden vivir los morados yendo en solitario con un candidato poco a nada conocido.
De este modo, el futuro de Podemos en Cataluña pasa por dos alternativas: seguir con su guerra con Sumar y jugársela a no obtener representación en el Parlament o aceptar que la única forma que tienen de sobrevivir es acabar siendo una parte pequeña e irrelevante de los Comuns. En cualquier caso, queda evidenciado que los mejores años de Podemos en tierras catalanas ya han llegado a su fin.
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