El plan de Salvador Illa para imponer una larga hegemonía del PSC en Cataluña
Los socialistas ponen el foco en la regeneración institucional, los servicios públicos y la seguridad
Salvador Illa reunirá este fin de semana a sus consejeros para trazar las líneas maestras de su gobierno. Este pivotará sobre cinco ejes -medioambiente y transformación digital, justicia social y feminismo, economía verde, reforma de la administración y los servicios públicos, y refuerzo del autogobierno. Estos objetivos estarán guiados por tres líneas estratégicas, que serán la regeneración institucional, la mejora de los servicios públicos y revertir la curva delincuencial.
Para el PSC es fundamental recuperar el prestigio de las instituciones tras la degradación de las mismas en la última década. Los servicios públicos y la seguridad en las calles son clave para restablecer la paz social, cerrar la etapa del procés y abrir una de nueva con renovadas esperanzas. El President de la Generalitat también pondrá el acento en la eficiencia de su gobierno, empezando por las consejerías.
Pero el PSC mirá más allá y establece un plan a medio y largo plazo para gobernar Cataluña durante muchos años. Parten de la premisa de que el contexto es favorable, dadas la crisis del procesismo y la incapacidad de la derecha de superar su techo electoral. Con el independentismo dividido y el PP y Vox condenados a una oposición perpetua, los socialistas tienen un plan para consolidar su hegemonía.
Una legislatura con concesiones a ERC
El plan del PSC pasa por una primera legislatura de perfil bajo en la que priorizarán la eficiencia del gobierno y no tocarán las cuestiones ideológicas. Será una legislatura con concesiones a ERC y a los Comuns. Las consejerías de Acción Exterior, Lengua y Feminismos son una clara concesión a Esquerra, mientras que se avanzará en materia de vivienda para tener contentos a los Comunes.
En cambio, el PSC quiere tener el control exclusivo de otros departamentos, como el de Interior y el de Economía, que considera claves para su obra de gobierno.
La estrategia de los socialistas pasa por evitar grandes crisis de gobierno y tener a sus socios (ERC y Comuns) contentos, mientras robustece su cuerpo electoral. El objetivo es llegar al próximo ciclo electoral con una mayor ventaja. Si consiguen mantener su cuota de votantes, podrían cazar nuevos electores en las filas del procesismo y la derecha fruto de su desgaste en la oposición.
Un gobierno eficiente centrado en la gestión
El PSC tiene una ventaja, y es que es difícil hacerlo peor que el anterior gobierno de ERC. El pobre legado que dejan Pere Aragonès y sus consejeros hacen que cualquier mejora parezca ya un éxito arrollador. Illa ya mostró sus intenciones al anunciar una importante inversión contra la sequía en sus primeros días de gobierno: se trata de mejorar la gestión sin hacer demasiados aspavientos.
El equipo del President parte de la idea de que estos últimos años ha habido un enorme desgaste fruto de las tensiones ideológicas. Por lo tanto, ahora es momento de aparcar la ideología y recuperar la gestión. La confección del nuevo gobierno, con consejeros poco conocidos y de perfil técnico, es toda una declaración de intenciones del plan de Salvador Illa en los próximos cuatro años.
Objetivo: gobernar sin ataduras dentro de cuatro años
Salvador Illa también ha confeccionado un gobierno diseñado para pasar página al procés. La división del independentismo y el ocaso de liderazgos como el de Junqueras en ERC y el de Puigdemont en Junts juegan a favor del PSC. En Palau creen que si el gobierno de Illa lleva adelante las reformas sociales y económicas necesarias, dentro de cuatro años no tendrá rival para gobernar sin ataduras.
El otro objetivo del PSC es poner orden en Cataluña, y eso pasa por reducir la delincuencia y la sensación de inseguridad en las calles. La consejería de Interior será un área clave del Govern Illa en estos primeros cuatro años. Reducir los delitos y garantizar la seguridad ciudadana y el cumplimiento de la ley será fundamental para cerrar el paso a la derecha y la ultraderecha en las próximas elecciones.
El PSC tiene que ir con cuidado ahora para no disgustar a sus socios de ERC ni ponerles en demasiados aprietas ante sus electores. Pero una vez consolidada su hegemonía y sin tener que rendir cuentas a nadie, los socialistas sueñan con imponer un modelo que contente a su electorado más españolista. La clave es ir volviendo paulatinamente a la normalidad deshaciendo el camino andado por el procesismo estos últimos años mientras se siguen peleando entre ellos.
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