Imagen del Presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, sentado en su escaño con rostro reflexivo
POLÍTICA

Pere Aragonès pasa al ataque tras la jugada de Puigdemont

El president intenta marcar perfil propio tras la foto del líder de Junts con el PSOE

Eppur si muove. Aunque parecía imposible, Carles Puigdemont ya tiene su foto con dirigentes del PSOE en una reunión que lo vuelve a situar como interlocutor político. Junts per Catalunya y los socialistas quisieron evidenciar que la negociación va en serio y Santos Cerdán viajó hasta Bruselas para que reunirse con Carles Puigdemont. La imagen es mucho más importante de lo que parece: El PSOE restablece a Puigdemont como un actor a tener en cuenta y nuevo socio de Pedro Sánchez.

Y, claro, esto no gusta demasiado en el Palau de la Generalitat. La jugada juntaire es arriesgada, hasta contraproducente a largo plazo, pero resta protagonismo a Pere Aragonès y mete más presión interna en ERC. Esto no solo va de sacar rédito político a las negociaciones con el PSOE, también importa el rédito electoral. Cualquier movimiento de los partidos independentistas se deben leer también esta dirección.

Es en este contexto que Pere Aragonès pasó al ataque horas después de la foto de Bruselas. El president asistió a los Premios y Medallas de Honor de Foment del Treball y pronunció un discurso marcado por los acontecimientos políticos del día. "Escuchar y dialogar sí, pero después de cuatro años de diálogo también es hora de llegar a compromisos", afirmó Aragonès. Es decir: ERC necesita algo más que la amnistía para poder justificar su voto al PSOE y tener alguna carta ganadora diferente a la de Junts.

Pere Aragonès pidió "muchos más pasos al PSOE" y repitió el mismo relato que ya desgranó en el Senado: tras la amnistía, toca negociar de dinero y de transferencias. Parece que ERC pone el foco en el déficit fiscal y ya empieza a hablar de condonar la deuda que tiene con el Estado. Pero no solo eso, sino que también quiere el traspaso de Rodalies. "La amnistía tiene que ser lo que permita poner encima de la mesa la resolución de elementos que afectan a la competitividad de Cataluña: el déficit fiscal y la necesaria mejora de la movilidad", desveló el president.

Montaje con una imagen en blanco y negro del Parlament de fondo, un primer plano de Junqueras con cara de circunstancias, un plano medio de Rufián cabizbajo rascándose la frante y un plano medio de Pere Aragonès mirando al horizonte

La nueva estrategia de Pere Aragonès

Aragonès se la juega este noviembre. El papel predominante de Puigdemont en la negociación pone el foco en Junts y deja a ERC aún más aislada. El president está intentando por activa y por pasiva copar titulares y cree haber encontrado un filón. Si los republicanos consiguen el traspaso de Rodalies y mejoras en la austera cuenta corriente de la Generalitat, podrían sacar pecho.

Además, Pere Aragonès también juega una partida interna con Oriol Junqueras por el control del partido tras la amnistía. Una buena negociación, un buen acuerdo, daría al president el apoyo de los militantes en una futurible batalla dentro de ERC.

Tras meses sin hoja de ruta, Aragonès y Esquerra fijan las líneas a seguir en la negociación: amnistía, pasta y Rodalies. Solo quedan 27 días para la investidura y hay aún demasiadas cosas abiertas. Winter is coming.

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