Pere Aragonès dobla su apuesta a Pedro Sánchez
El president de la Generalitat exige ahora un compromiso para un nuevo referèndum
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha desvelado este martes en el Parlament la nueva hoja de ruta de ERC. Tras varios descalabros electorales, los republicanos quieren vender un poco más cara su piel al lobo Pedro Sánchez y han decidido poner encima de la mesa el referéndum. Lo hacen, eso sí, de un modo curioso: se deben "poner las condiciones" durante esta legislatura en el Congreso.
Es evidente que Esquerra y Pere Aragonès saben que no puede haber un referéndum pactado con el Gobierno de España. Ni Pedro Sánchez, que ya les ha indultado y les regalará la amnistía, lo podría justificar. Es más, la mayoría de la población en Cataluña está cansada del procés y hasta hay encuestas que aseguran que ya no hay consenso en este punto.
Pero por otro lado, ERC necesita un nuevo relato, una nueva hoja de ruta. Conseguida la amnistía, el objetivo de los de Junqueras es iniciar una negociación para poner las bases para un referéndum. Un acuerdo de claridad 2.0, en resumen. "Tenemos la oportunidad de abrir y entrar en una negociación con el trabajo realizado en los últimos años. Nuestro deber es aprovechar la oportunidad", asegura Aragonès.
"Si en algún momento tuvimos la fuerza, es ahora. Los grupos independentistas en Madrid tienen la clave de la gobernabilidad. Hay que utilizarla para conseguir de Sánchez el compromiso para que Cataluña vote. En resumen: amnistía y autodeterminación". De este modo, Esquerra sube su precio a la investidura del PSOE, o por lo menos esto parece.
Pere Aragonès quiere aprovechar la coyuntura para marcar perfil propio. "Como presidente estoy preparado y no escatimaré esfuerzos para sacar adelante la resolución del conflicto y la resolución del conflicto pasa por que Cataluña vote". Tras la irrupción de Puigdemont como actor político, el dirigente de ERC quiere erigirse como el interlocutor con Sánchez para negociar una consulta.
Los procesistas aprovechan la debilidad de Pedro Sánchez
Lo cierto es que tanto ERC como Junts han visto ahora una posibilidad para resolver sus problemas personales y volver a rivalizar. Las negociaciones se enmarcan en este contexto y Pere Aragonès no quiere que Puigdemont se le avance. Los dos han visto a un Pedro Sánchez frágil, que depende exclusivamente de ellos y quieren su trozo del pastel.
Conseguida sin demasiada dificultad la amnistía, ahora toca hablar del referéndum. Y Pere Aragonès se apunta al carro de Carles Puigdemont.
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