Pedro Sánchez frena las aspiraciones procesistas
ERC, Junts y CUP luchan por no ser irrelevantes la próxima legislatura
La táctica de los partidos procesistas en esta campaña electoral ha sido evidente. Por un lado, meter el miedo a la gente ante una posible llegada de Vox al Gobierno y así intentar frenar una abstención que, poco o mucho, les va a castigar seguro. Por otro lado, sueñan con un escenario que les permita tener algo de fuerza en una hipotética negociación con el PSOE para que Pedro Sánchez siga en Moncloa 4 años más.
Pensar que el actual presidente del Gobierno tiene posibilidades de formar una mayoría en el Congreso es hacer volar mucho la imaginación. Solo Tezanos y su CIS se han atrevido a tanto. No hay ninguna otra encuesta que dé a los socialistas la posibilidad de que Pedro Sánchez sea investido con el apoyo de Sumar y varios partidos regionales.
Aún así, los procesistas tienen que vender la moto de que hay alguna opción de no ser irrelevantes en el Congreso de los Diputados. En muchas ocasiones, ERC y la CUP han dejado claro que el objetivo final de apoyar a Sánchez es la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Pero el líder del PSOE ya les ha dicho ahora que de esto, ni hablar.
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“Por supuesto que no habrá referéndum en Cataluña”, sentenciaba Pedro Sánchez este jueves. El actual presidente del Gobierno sabe que es prácticamente un milagro ganar las elecciones del próximo domingo. Pero sería su fin si reconociera a 4 días de los comicios que cedería ante los procesistas.
Otra cosa es qué sucedería en el caso de que los resultados del domingo dieran a Sánchez la posibilidad de revalidar su cargo. Pero, por ahora, no quiere (ni debe) desgastarse y prefiere dar un portazo a los morros de los procesistas. Y más, teniendo en cuenta que se disputa con ellos el voto del miedo en Cataluña.
El PSC recogerá muchos apoyos con la excusa de “que viene Vox”, incluso de dentro del procesismo, especialmente de ERC. Es muy probable que los socialistas se lleven el triunfo en Cataluña, en unos resultados que pueden dejar en una situación muy delicada a ERC, Junts y la CUP.
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