El ocaso definitivo de Oriol Junqueras
Confirmada su inhabilitación, Oriol Junqueras tiene ya dictada su sentencia de muerte política
Oriol Junqueras descubría hace un par de días que el Tribunal Supremo confirmaba su pena de inhabilitación por la sentencia del procés. El presidente de ERC no podrá volver a la política hasta 2031, al igual que Dolors Bassa. Quedan, pues, más de siete años para que Junqueras puede volver a optar a un cargo político de cualquier tipo.
Si bien es cierto que la política va muy rápido, parce imposible pensar que Oriol Junqueras pueda seguir activo en este ámbito en 2031. De hecho, se hace complicado creer que seguirá siendo el líder de Esquerra antes de las elecciones al Parlament de Catalunya. El descalabro electoral de los republicanos en las municipales podría ser la primera etapa d'una carrera que parece ir cuesta abajo y sin frenos.
Oriol Junqueras ha sido durante mucho tiempo el líder más bien valorado según el Centre d'Estudis d'Opinió. Para la gente de Esquerra Republicana de Catalunya era una especie de Dios, alguien todopoderoso e incuestionable. Hasta hace poco.
Solo hace falta hablar con gente de ERC en petit comité. No lo dirán en público -de momento- pero la admiración por Junqueras se ha convertido ahora en temor y pereza. Si el presidente aparece en una reunión interna, el clima se tensa y todo se vuelve más agrio. Cuando Oriol Junqueras se va, los presentes se relajan.
Solo hace falta ver sus discursos, sus apariciones públicas. De ese Junqueras seductor, con un tono casi musical ya no queda nada. Siempre parece enfadado, agrio.
La confirma de la condena de Oriol Junqueras es su sentencia de muerte política que ya estaba escrita. El sector más joven, con Pere Aragonès delante, ya sabe que tiene vía libre para deshacerse de su actual presidente. El presidente de Esquerra dejará de serlo pronto, quizás antes de lo pensado si las elecciones del 23 de julio confirman otra debacle.
Junqueras se veía como President de la Generalitat de Catalunya y ser irá siendo aquel conseller que acabó en la cárcel tras el uno de octubre y prometer una República Catalana que ni habían preparado. Tras pasar tiempo entre rejas decidió jugar a la estabilidad española, enfadando a buena parte de los suyos y consiguiendo muy poco. Rctificamos, consiguió un indulto para él a medias: se salvó de parte de la condena, pero firmó su muerte política.
Que apague la luz al salir.
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