
El magrebí que agredió sexualmente a una anciana en Lérida ya está en la calle
Las agresiones sexuales aumentan en Cataluña a pesar de la retórica del feminismo institucional
Un hombre de 58 años, de origen magrebí, agredió sexualmente a una mujer de 83 años en el ascensor de su vivienda en Sant Guim de Freixenet, Lérida. El incidente ocurrió el 25 de mayo. La víctima denunció que el agresor le realizó tocamientos y le hizo preguntas de carácter sexual. A pesar de sus súplicas para que la dejara en paz, el hombre siguió con la agresión.
La mujer logró salir del ascensor y avisó a sus nietos, quienes presentaron la denuncia en la comisaría de Cervera. Gracias a la descripción facilitada por la víctima, los Mossos d'Esquadra lograron identificar al agresor. Sin embargo, tras ser citado por el juez el 2 de junio, el hombre quedó en libertad sin medidas cautelares.
El juez no aceptó la solicitud de la víctima de imponer una orden de alejamiento, lo que sorprendió a la familia. La mujer teme por su seguridad, ya que sigue viviendo cerca del agresor. Además, aseguran que el hombre podría haber cometido agresiones similares contra otras dos mujeres, aunque ellas no han denunciado por miedo a represalias.

Un patrón muy espinoso
Este caso no es aislado. En las últimas décadas, varios delitos graves de agresión sexual han involucrado a inmigrantes, particularmente a marroquíes. Según datos del Ministerio del Interior, los inmigrantes representan el 43,3% de las violaciones grupales en España. Entre ellos, los marroquíes encabezan la lista, con un 9,5%. Los rumanos y los ecuatorianos les siguen en este ranking de delincuencia.
Estos delitos suelen ocurrir en espacios cerrados, como apartamentos y hoteles, pero también en escuelas y calles. Los informes indican que la mayoría de estos crímenes ocurren durante actividades recreativas nocturnas. Casos de alto perfil, como el de la banda de Bilbao en 2019, siguen siendo investigados. Y en Sabadell, por ejemplo, un marroquí fue condenado a 31 años de prisión por violación grupal.

La implicación de inmigrantes marroquíes en delitos sexuales supone un debate muy espinoso que amplios sectores políticos no quieren abordar. Esto sin perjuicio de que el feminismo institucional predique toda clase de medidas y soluciones. Pero, por el momento, estas medidas no han frenado el auge de las agresiones sexuales durante los últimos años.
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