Imagen de correbous a l'Aldea, en las Terres de l'Ebre
POLÍTICA

Los Correbous dividen Cataluña

El Parlament abre la puerta a prohibir los correbous más agresivos mientras les Terres de l'Ebre alzan la voz


El Parlament de Cataluña votaba esta semana una proposición de la CUP y En Comú Podem que buscaba tramitar la prohibición de tres tipos de correbous, los más agresivos. El texto contó con enmiendas a la totalidad de Vox y el PP y el voto contrario de Ciudadanos, pero logró salir adelante. Se aprobó con los equilibrios del PSC, que se abstuvo en bloque, y ERC y Junts, que dieron libertad de voto a sus diputados. 

La intención de las tres grandes formaciones catalanas era no enfadar a nadie. Hace años que los animalistas persiguen esta prohibición, mientras que muchos ciudadanos de las Terres de l'Ebre los defienden a capa y espada. Y, normalmente, cuando buscas no enfadar a nadie, acabas cabreando a todo el mundo.

En este sentido, el Govern de Pere Aragonès ha optado por una estrategia similar.  "Si les interesa saber mi posición como presidente del país, pues tendrán la oportunidad de preguntármelo", dijo el President. Su portavoz, Patricia Plaja, se limitó a responder horas antes que el Govern "está absolutamente comprometido con el bienestar animal".

Imagen de Pere Aragones con la mano en la barbilla, sentado en su escaño del parlament de cataluña

Las Terres de l'Ebre se enfadan

La decisión del PSC; Junts y ERC permite que los correbous vuelvan a ser debate en el Parlament y en la sociedad catalana. La sensación de muchos ebrenses es que desde Barcelona se desconoce la realidad del sud de Cataluña, olvidado la mayor parte del tiempo desde las administraciones. Es evidente que no todos los ciudadanos de las Terres de l'Ebre están a favor de los correbous, pero hay una corriente mayoritaria. 

Un buen ejemplo es Albert Salvadó, delegado del Govern al Ebro y de ERC. Fue de los primeros políticos de la zona en salir justo antes de la votación en el Parlament y se mostró muy crítico.

Para Salvadó, el debate en el Parlament fue "una absoluta falta de respeto". "No se puede llevar una votación que solo nos afecta a nosotros sin haber hablado con la Terres de l'Ebre. Nos merecemos este respeto". El delegado quiso recordar que esta zona fue la primera en abordar el debate del bienestar animal.

Quien también alzó la voz fue el alcalde de la Rápita Javier Reverté, que se presentó por el PSC. En declaraciones a La 1 fue aún más categórico: "No estamos de acuerdo para nada. No pueden jugar con las tradiciones y el ADN de todo un territorio". El alcalde se alineó con Salvadó, de ERC, manifestando que ya se tiene en cuenta el bienestar animal.

Hay, pues, una sensación generalizada en les Terres de l'Ebre de menosprecio y de incomprensión. El debate fuera de esas comarcas, en cambio, no tiene nada que ver, quizás porque para entender algo uno necesita vivirlo y comprenderlo. El relato en Barcelona se alinea con los animalistas. Pilar Rahola pide que se prohiban todo tipo de correbous. También el actor Joan Lluís Bozzo o Josep Lluís Alay, que siguen el mismo discurso que Rahola.

De momento, tanto Esquerra, como Junts y el PSC no han confirmado qué harán cuando toque mojarse y votar a favor o en contra de la prohibición. La política debería ser un acto adulto, donde cada partido asume sus decisiones y no intenta que todos estén contentos. En teoría, claro.

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