La letra pequeña del acuerdo: Retrata a Pedro Sánchez y no sirve a Carles Puigdemont
El pacto, de cuatro páginas, al descubierto
Junts per Catalunya y el PSOE han hecho público el acuerdo de investidura entre las dos formaciones y que pretende ser también de estabilidad durante la legislatura. Finalmente Carles Puigdemont y Pedro Sánchez han llegado a un pacto, que se traduce en un texto de cuatro páginas que ya se puede consultar. Se basa en tres puntos, Antecedentes, Oportunidad Histórica y Acuerdos, y deja señalado al PSOE, que asume tesis del independentismo, pero se queda muy corto para Junts. Vamos a explicar por qué.
El texto está especialmente escrito para que Carles Puigdemont tenga argumentos entre sus bases, porque asume la dialéctica independentista. Retrocede hasta 2010 y la sentencia que tumbó el Estatut. Según asumen el PSOE y Junts, el Estatut era la culminación de una demanda de "autogobierno y de acabar con déficits". "Reivindicaciones y demandas con un profundo recorrido histórico y que han adoptado diferentes formas desde que los Decretos de Nueva Planta abolieron las constituciones e instituciones seculares de Cataluña", afirma el texto.
Pedro Sánchez y Carles Puigdemont ponen por escrito que el independentismo fue "leal y actuó dentro del marco legal vigente" hasta 2014. La consulta de ese año y el referéndum de 2017 tuvieron -lo dice el acuerdo entre PSOE y Junts- "una participación masiva en favor de la independencia de Catalunya". Pero es más, los socialistas afirman desde hoy que el "intento del Gobierno de impedir el referéndum dio lugar a unas imágenes que nos impactaron a todos dentro y fuera de nuestras fronteras".
El segundo punto, la "Oportunidad Histórica"
Socialistas y juntaires creen que el resultado del 23 de julio abre una nueva etapa. Junts y PSOE están ""preparados para abrir una nueva etapa en la que, a partir del respeto y el reconocimiento del otro, se busque una solución política y negociada al conflicto". La solución debe ser acordada -nada de unilateralidad, pues- y las dos partes buscarán pactos para resolver "el conflicto histórico sobre el futuro político de Cataluña".
Los acuerdos para firmar el pacto
El tercer punto del texto de cuatro páginas es el más largo. Las dos formaciones asumen en él que parten desde "discrepancias profundas". De hecho, Junts refleja en el texto que considera "legítimo el resultado y el mandato del 1 de octubre". El PSOE, en cambio, "niega toda legalidad y validez al referéndum y mantiene su rechazo a cualquier acción unilateral". Eso no ex impedimento, dicen, para llegar a un acuerdo. Habrá un "mecanismo internacional" para verificar los acuerdos.
Lo divertido llega en los contenidos a negociar durante la legislatura. En la primera reunión, que se hará este mismo noviembre, Junts propondrá la "la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña". En esta misma reunión, el PSOE "defenderá el amplio desarrollo, a través de los mecanismos jurídicos oportunos, del Estatut de 2006, así como el pleno despliegue y el respeto a las instituciones del autogobierno".
Es decir, habrá una ruenión para que las dos formaciones digan lo que ya está escrito. Es una de las mejores metáforas que servidor ha oído de lo que es perder el tiempo. Porque Junts también explica en el texto que pedirá en este primer encuentro que se cedan el 100% de todos los tributos que se pagan en Cataluña, mientras que el PSOE quiere hablar del modelo de financiación.
Además, las dos formaciones acuerdan una ley de amnistía, que asume las tesis del "lawfare", y que Cataluña tenga más participación en las instituciones europeas.
En resumen: Junts vota a Pedro Sánchez a cambio de la amnistía y de una mesa de partidos -el suyo y el PSOE- para hablar de un referéndum que ya tiene el no de Pedro Sánchez. Oriol Junqueras debe estar orgulloso.
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