Junts, a punto de implosionar en Ripoll

Sigue el enredo en Ripoll. La arrolladora victoria en las municipales de Aliança Catalana, un partido independentista y antiinmigración, ha roto el debate de la inmigración en Cataluña y ha puesto patas arriba la estrategia de pactos entre partidos. ERC, CUP y PSC se afanaron en proponer un pacto de gobierno alternativo al partido de Sílvia Orriols, la lista más votada en Ripoll. Junts, que al principio se mostró reacio al “cordón sanitario” a Aliança Catalana, pareció finalmente que daba su brazo a torcer.

Suspenden la reunión a última hora

El partido que preside Laura Borràs acordó reunirse con el PSC y la CUP ayer por la noche, con la intención de explorar un gobierno alternativo en Ripoll. La fórmula prevista era garantizar el ejecutivo de coalición pero con apoyo externo. Junts cedía así al bombardeo mediático y las presiones de los partidos, que caracterizan a la formación de Orriols como “extrema derecha” y “fascismo”.

Finalmente, Junts suspendió la reunión prevista ayer por la noche y anunciaron un cónclave interno para calibrar la decisión. Junts Ripoll ha desafiado a la dirección nacional del partido y mantienen su posición de dejar gobernar a la lista más votada.

Esta fue la posición inicial de Laura Borràs, que más tarde fue desautorizada por la ejecutiva del partido: “La posición de Junts es incuestionable: siempre hemos marcado un cordón sanitario contra la ultraderecha y ha quedado ratificado por la ejecutiva”, anunció Miriam Nogueras.

Decisión inminente

El conflicto entre el órgano local y la ejecutiva nacional ha provocado la suspensión de la reunión para decidir qué hacer en Ripoll. A estas horas el pacto anti-Orriols sigue en el aire. Los juntaires han decidido reunirse primero a nivel interno para acordar una posición común antes de iniciar las negociaciones para fraguar el pacto alternativo.

Junts debe tomar en las próximas horas una decisión, ya que el próximo sábado 17 de junio es la fecha señalada para la investidura. ERC y la CUP se han mostrado claramente contrarios a la “ultraderecha independentista”. Pero Junts se ha mostrado vacilante y refleja una parte del independentismo que avala las tesis de Orriols o que, cuanto menos, se resiste a meterla en el mismo saco que Vox.

En todo caso, el caso de Ripoll abre un nuevo debate en Cataluña y pone al partido de Carles Puigdemont en un brete y a punto de implosionar.