Montaje con un primer plano de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, los dos con cara seria
POLÍTICA

El entorno de Carles Puigdemont desata una nueva guerra con ERC

Junts intenta conjugar el pragmatismo y el perfil duro: el destinatario de esta postura es el votante autonómico catalán

Figuras próximas a Puigdemont critican abiertamente el apoyo de ERC a los decretos de Sánchez. En plena batalla por el relato, Junts votará que no y lo aprovecha para diferenciarse de su competidor más inmediato: ERC.

El relato de consumo interno

Los partidos procesistas juegan a dos bandas: sus actos en Madrid tienen efectos electorales en Cataluña y viceversa. Eso les lleva a medir todos los movimientos, máxime con un discurso tan estirado ya como el independentista. Además, desde que Junts ha vuelto al pragmatismo político se tiene que enfrentar a la competencia de ERC en el Congreso de los Diputados.

Esto se resuelve en la famosa batalla por el relato: en última instancia, ganar votos. ERC ha tomado el camino de las cuestiones sociales y Junts el de la amnistía. Aunque se da el caso que la amnistía es una necesidad personal de Puigdemont y otros tantos.

Plano medio de Carles Puigdemont de pie detrás de un atril con un fondo azul en una rueda de prensa en Bruselas

La última oportunidad que han tenido ERC y Junts para diferenciarse entre sí ha sido la primera votación importante de Sánchez. Junts apuesta por un perfil muy duro y votará que no y ERC, en cambio, sí. Esto lo han aprovechado los de Junts para sacar un arma común en la política procesista: criticar a conveniencia al que pacta con Madrid.

Junts conjuga el pragmatismo y votar “no”

El diputado de Junts Francesc de Dalmases ha enviado un duro recado a los republicanos. Deja caer la crítica más común hacia ERC: con sus medidas sociales, ERC se preocupa más de ‘de facto’ de España que de Cataluña.

También hablan de “subyugación de ERC al PSOE”. Esto ha dicho Aleix Clarió, del ámbito comunicativo del expresidente Puigdemont. De esta manera, Junts huye hacia adelante para tapar el hecho de fondo: que al fin y al cabo han vuelto a la política española.

Otra figura de peso como Joan Canadell ha compartido un mensaje en el que se habla del “trágala” de ERC con Sánchez. Esta situación revela el doble compás que tiene que bailar el procesismo y, en particular, Junts, que hace poco que está de vuelta.

En la lucha por el relato de las próximas autonómicas, esta batalla la ha ganado provisionalmente Puigdemont. Ha tomado una posición muy dura cuyo destinatario solo puede ser el votante catalán. La razón para ello es clara: más allá de hacerse el fuerte, Puigdemont depende en última instancia del PSOE para tener la amnistía. 

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