Junts critica a ERC obviando que el PSOE ha hecho lo mismo con ellos
Los partidos procesistas siguen peleándose mientras Pedro Sánchez se los mira tranquilamente desde la Moncloa
Esta semana, ERC se ha vuelto a convertir en el hazmerreír de la política. Apenas dos semanas después de investir a Salvador Illa a cambio del “concierto económico solidario”, el Gobierno negó la mayor. “Ni concierto ni reforma del sistema de financiación”, advertía María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda.
Cómo ya comentamos en este artículo en E-Notícies, estas declaraciones forman parte de la lucha por el relato. Al final, el Gobierno cederá en algunas cuestiones sobre la financiación de Cataluña, pero las tajantes declaraciones de Montero representan un jarro de agua fría para el relato de ERC. De hecho, los republicanos no tardaron en responder, amenazando con retirar su apoyo a Pedro Sánchez en el Congreso. Una amenaza que, evidentemente, casi nadie se ha creído.
Los más críticos con ERC han sido, como no puede ser de otra forma, los de Junts. El partido de Puigdemont sigue más pendiente de hacer oposición a los republicanos que a Salvador Illa. Y claro, unas declaraciones como las de María Jesús Montero son como agua de mayo para los juntaires y su particular relato. “ERC ha mentido, nos han mentido a todos”, decía Míriam Nogueras.
El discurso de Junts respecto a ERC es evidente. Que si no saben negociar, que si el PSOE siempre sale ganando cuando pactan algo, que apoyan a los socialistas a cambio de nada, etc. Todo esto claro, en contraste a lo que teóricamente saben hacer ellos. “Nos sabemos plantar”, “hacemos que el PSOE ceda”, “cobramos por adelantado”, etc.
El relato de Junts es lógico sabiendo que su principal lucha es la de hundir a ERC. Pero es un relato con algunas lagunas. Básicamente, porque el PSOE también ha hecho a los de Puigdemont lo mismo que le hace a los republicanos. Es decir, conseguir sus votos y después ya veremos.
Por ahora, tras pactar la presidencia del Congreso y la investidura de Pedro Sánchez, Junts ha conseguido que haya pinganillos en el cámara para poder hablar catalán, un grupo parlamentario propio (con su correspondiente dinero para las arcas juntaires) y una amnistía que, de momento, no cubre a Puigdemont. También la creación de comisiones de investigación sobre ‘Pegasus’ y sobre los atentados del 17A. De los demás acuerdos, ni rastro: ni uso del catalán en Europa, ni traspaso de competencias en inmigración, ni “participación directa de Cataluña en las instituciones europeas y demás organismos y entidades internacionales”. En resumen, de las siete grandes contrapartidas acordadas, Junts solo ha podido hacer cumplir tres, una otra a medias (amnistía) y tres más se han quedado en el tintero.
Junts, pues, critica a ERC por no saber negociar, aunque ellos objetivamente y mirando resultados, solo negocian un poco mejor. Pero, tras casi un año de legislatura, siguen sin conseguir tres de sus grandes objetivos: la oficialidad del catalán en Europa, las competencias en inmigración y que Carles Puigdemont sea amnistiado.
Pedro Sánchez, tranquilo
Mientras ERC y Junts se pelean, Pedro Sánchez se los mira tranquilamente desde la Moncloa. El PSOE sabe que los republicanos no harán caer el Gobierno. Y Junts, aunque haya más posibilidades de que lleguen a pactar una moción de censura con el PP, tampoco lo harán. Y menos con la ley amnistía pendiente de la resolución del Constitucional.
Por lo tanto, Sánchez tiene asegurada su mayoría como mínimo a corto plazo. A cambio, solamente va dando pequeñas contrapartidas a los procesistas. Eso sí, unas contrapartidas que también tienen sus consecuencias a escala estatal. Por ejemplo, algunos de sus socios ya vigilan para que no dé “privilegios” a Cataluña en concepto de financiación, tiene a algunos barones territoriales mosqueados por sus concesiones a ERC y Junts y, además, la judicatura sigue en pie de guerra por sus intromisiones a la justicia y sus ataques a la independencia judicial.
Más noticias: