Personas en una conferencia de prensa de Esquerra Republicana con un fondo amarillo y un podio con el logo del partido.
POLÍTICA

ERC, el hazmerreír del mundo de la política: ahora por el 'concierto económico'

El Gobierno deja en evidencia a los republicanos, que responden con unas amenazas poco creíbles

Todos los partidos se caracterizan por algo concreto. Junts, por ejemplo, por su hipocresía: demonizan a ERC por pactar con el PSC mientras ellos sostienen el Gobierno de Pedro Sánchez. La CUP, por poner otro ejemplo, se caracteriza por vivir en un mundo paralelo: desde proponer prohibir los ‘gegants’ por colonialistas hasta criticar la selectividad porque fomenta la “meritocracia”. Y después tenemos a ERC, que es el partido que se caracteriza por ser el hazmerreír del mundo de la política.

Este miércoles, la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, aseguraba que el acuerdo sobre financiación suscrito por ERC y el PSC “no es ni un concierto económico ni una reforma del sistema de financiación”. Vamos, que la supuesta principal contrapartida para que los republicanos dieran su voto a la investidura de Salvador Illa es poco más que papel mojado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 21 de febrero de 2024, en Madrid

Las palabras de Montero, claro, forman parte de la lucha por el relato. Moncloa no quiere enfadar al resto de autonomías y jugará al despiste siempre que pueda con esta cuestión para que no salte por los aires la frágil mayoría que tiene Pedro Sánchez en el Congreso. Ya veremos cómo se concreta este acuerdo de financiación pactado, pero por ahora, ERC va perdiendo el relato mientras Salvador Illa ya está decorando a su gusto el Palau de la Generalitat.

En esto de perder relatos, ERC son unos expertos. De nada le han servido untar a todo medio de comunicación posible con millones de euros públicos que gestionaban desde el Govern en los últimos años (ya sea vía subvenciones o vía publicidad institucional). La idea que ha calado desde hace tiempo en el mundo indepe es que han investido a Illa a cambio de (casi) nada. Y en Madrid nadie les cree porque el mérito de sacar contrapartidas a Pedro Sánchez se los lleva siempre Junts (aunque de momento solo han conseguido una amnistía que por ahora no cubre a Puigdemont y unos pinganillos en el Congreso. Porque ni hay catalán en Europa y ni rastro del traspaso de competencias en inmigración).

Hombre con traje azul y corbata marrón hablando en un podio.

En este sentido, la batalla por el relato entre ERC y Junts es curiosa. Porque mientras los republicanos llevan años abrazados al sanchismo (pactando indultos, amnistías, presupuestos e investiduras), ahora los juntaires están siguiendo el mismo camino. Pero quien se lleva la etiqueta de 'botiflers', 'vendidos' y 'muleta del PSOE' son ellos y no los de Puigdemont.

Además ERC tiene otro problema en la cuestión del relato. Mientras Junts, al menos, puede amenazar a Pedro Sánchez con tumbar su Gobierno (que no lo harán y mucho menos mientras el Constitucional no se pronuncie sobre la amnistía), los republicanos no tienen margen de maniobra. Es evidente que nunca harán caer a Sánchez y, ni mucho menos, pactarían una moción de censura con el PP. Así que están atrapados. Por este motivo suenan poco creíbles las amenazas de los republicanos al Gobierno tras las palabras de Montero. Raquel Sans ha dicho que "el PSOE necesita el apoyo de ERC. Si incumplen su palabra, ERC retirará su apoyo y deberá convocar elecciones". Eso sí, admiten que el concepto "concierto económico" no sale literalmente en el texto del acuerdo, pero aseguran que lo tienen igualmente pactado. Es decir, admiten que a la práctica Montero tiene razón.

Evidentemente, tras las palabras de María Jesús Montero, las críticas (y mofas) a ERC no se han hecho esperar, sobre todo del espacio indepe. Y el denominador común era claro: ni un mes después del acuerdo, el Gobierno rebaja el pacto que alcanzaron para investir a Illa. Eso no quiere decir que en los próximos meses no haya movimientos y que el PSOE acabe cediendo en algo (aunque alejado de ese "concierto económico" del que presumían los republicanos). Pero, ahora mismo, y por enésima vez, ERC ha perdido el relato y se ha convertido, también por enésima vez, en el hazmerreír de la política. Algo que ya es marca de la casa.

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