Carles Puigdemont con traje oscuro hablando en un podio con micrófonos.
POLÍTICA

Los 3 'errores' de la cúpula de Mossos que permitieron a Puigdemont fugarse otra vez

Los mandos de la policía catalana señala qué falló en el dispositivo para detener al líder de Junts el 8 de agosto

Los Mossos d'Esquadra ya han enviado al Tribunal Supremo el informe exigido por el juez Pablo Llarena sobre el dispositivo fallido para detener a Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto. En este documento, de 25 páginas y publicado por El Confidencial, la policía catalana admite una cadena de "errores" por parte de la cúpula policial que permitieron la nueva fuga del líder de Junts a Waterloo.

Exceso de confianza

El principal error del dispositivo ideado por los mandos de los Mossos d'Esquadra fue que "no se contempló la posibilidad" de que Puigdemont "regresara a España para después huir" de nuevo. Es decir, según admiten, pecaron de exceso de confianza. Creían, pues, que un hombre que lleva casi 7 años fugado de la justicia y con una orden de detención activa se dejaría arrestar sin más. "La huida no se contempló", afirman.

Carles Puigdemont aplaudiendo al aire libre con Laura Borràs sonriendo en el fondo.

Los Mossos estaban convencidos de que Puigdemont intentaría entrar en el Parlament para asistir al pleno de investidura de Salvador Illa. Algo que provocó que, en algunos momentos, se relajaran confiando en que, una vez dado su discurso público, el líder de Junts iría hacia la cámara catalana. Unos hechos que no sucedieron porque el expresident se fugó justo después de aparecer públicamente en el Arc del Triomf.

El dron que vigilaba a Puigdemont dejó de enfocar al expresident

Otro fallo destacado que admite la cúpula de los Mossos fue cuando, en un momento crucial, el dron que sobrevolaba la zona y que vigilaba a Puigdemont dejó de enfocar al líder de Junts. Los mandos policiales detallan que, a las 09.03h, este dron detectó cómo el expresident se situaba en una de las carpas que la organización del evento había montado detrás del escenario. Poco después, vieron como el vehículo blanco con el que huyó Puigdemont se situaba justo al lado de esa zona, que estaba vallada. En esa misma zona había un supuesto colaborador del líder juntaire que, se sospecha que acabó rompiendo el vallado que separaba a Puigdemont y el coche en cuestión.

Un coche blanco Honda rodeado de personas con chalecos rojos.

A las 09.09h, todo seguía igual: Puigdemont debajo de la carpa, su colaborador manipulando las vallas y el vehículo blanco estacionado justo al lado. En ese momento es cuando "el plano del dron cambia de ubicación". ¿Hacia dónde? Pues hacia el grupo de "políticos y autoridades que se estaban desplazando hacia el Parlament". Es decir, los mandos policiales creían que Puigdemont se encontraba entre la multitud de personalidades que habían emprendido el camino hacia la cámara catalana. Evidentemente, no fue así.

Tan solo un minuto después del cambio de enfoque del dron, es decir a las 09.10h, el dron en cuestión volvió a mirar hacia la carpa. En ese momento, ya no estaba ni el coche blanco ni Carles Puigdemont, que se había subido al vehículo sin su americana y camuflado con "una gorra de béisbol" para emprender su  huida.

Un solo agente vigilando a Carles Puigdemont

El tercer "error" de los responsables de los Mossos es que dejaron a un solo agente vigilando a Carles Puigdemont cuando este se situó en la carpa comentada anteriormente. Todos los demás agentes (40 agentes de Información, 18 de Grupos Especiales de Intervención y 542 uniformados) hicieron lo mismo que el dron: estar pendientes de la comitiva de autoridades y dirigentes de Junts que emprendieron el camino hacia el Parlament (entre ellos, Josep Rull, Jordi Turull o Laura Borràs).

Josep Rull traje oscuro hablando frente a un micrófono.

El único agente que se quedó vigilando a Puigdemont se dio cuenta de que el expresident estaba intentando huir de nuevo. De hecho llegó a verle metiéndose en el coche blanco. El mosso en cuestión incluso salió corriendo para perseguir el vehículo, pero lo perdió en un semáforo. También informó a sus superiores de la situación, pero ya era demasiado tarde, dice el informe. Puigdemont estaba fugándose de nuevo mientras los mandos de los Mossos ordenaban a los suyos que siguieran una comitiva en la que realmente no estaba el líder de Junts.

Las excusas de la cúpula de los Mossos

En este informe, los mandos policiales ponen varias excusas. Aseguran que "las maniobras de distracción" preparadas por Puigdemont, junto a "una perfecta sincronización por parte de los intervinientes" y "un grupo de colaboradores próximos" provocaron la nueva fuga del líder de Junts "sin que los efectivos policiales tuvieran conocimiento" de ello. También se justifican por "la rapidez con la que se sucedieron los hechos" en un contexto "con la presencia de 4.500 personas" que acabó "una situación de confusión, incertidumbre y alto tráfico en las comunicaciones". 

En el informe, los Mossos también señalan los impedimentos que puso Josep Rull el día anterior, cuando la policía catalana quería registrar el Parlament por si Puigdemont se escondía allí. Cuando los Mossos pidieron autorización a Rull para hacer las comprobaciones pertinentes, el presidente de la cámara solicitó que fuera el comisario jefe el que hiciera la petición, después exigió que se le fuera entregada personalmente y finalmente negaron su entrara porque "no había personal laboral adecuado" en el Parlament para poder acompañar a los agentes.

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