Imagen de cuatro gigantes de Solsona
POLÍTICA

El wokismo ataca de nuevo en Cataluña: los 'gegants' son 'adoctrinamiento católico'

El Observatorio de Igualdad de la UAB premia a un trabajo que ‘rompe la relación jerárquica y patriarcal’ de la fiesta

La ideología woke se caracteriza por intentar modificar los fundamentos antropológicos de la sociedad. Es la famosa “batalla cultural”. En su momento, la izquierda adoptó esta ideología para darle el carnet de progresismo y tener así recorrido electoral.

Los ejemplos de esta batalla cultural han sido constantes y muy diversos. Desde cambios en el lenguaje hasta posturas muy disruptivas en asuntos de género y sexualidad. En este sentido, Cataluña se ha destacado mucho.

Ahí están, por ejemplo, las muchas anécdotas del departamento de la exconsejera Tània Verge. En lugar de la Navidad, por ejemplo, felicitaban las “Fiestas del Solsticio de Invierno”. O pedían que hubiera también una “mamá noel” o “reyes magas”.

Por lo visto, el wokismo catalán no ceja en su empeño.

Imagen de la oreja de una de las gigantas de Solsona

Los gigantes, un tema

El Punt Avui trae hoy una entrevista a David Caelles (2000), cuyo trabajo de fin de grado (TFG) ha sido galardonado por el Observatorio de Igualdad de la UAB.

En su investigación, Caelles ha diseñado y construido una pareja de gigantes no heterosexuales y no normativos. Las gigantas ¿Un complemento para los gigantes?, se titula el trabajo académico en cuestión.

Caelles explica la genealogía de esta tradición y señala que se trata de una tradición católica, algo que refuerza un determinado imaginario colectivo a través del adoctrinamiento. Entre otras cosas, por ejemplo, “que el gigante sea más corpulento y con una postura tensa y sujete habitualmente una porra o similar. En cambio, la giganta mantiene una postura delicada y sujeta un ramo de flores”.

“La cultura popular festiva contiene la excepcionalidad de la vida cotidiana, de forma que el ritual simbólico adquiere una importancia relevante", explica con claridad el autor del TFG, "y en este sentido, las dinámicas sociales no son las mismas que en la cotidianidad y se asumen unos roles de género tanto en el público espectador como en las pandillas y sus juntas directivas”.

¿Cómo solucionamos este problema?

A preguntas de cómo se puede romper con esta dinámica, Caelles proporciona una solución que pasa por incidir en la “realidad social y cultural”.

Por esto, se le ocurrió “construir una pareja de gigantas que rompiera esta relación jerárquica y patriarcal que se establece entre el gigante y la giganta a través de la heterosexualidad”.

Además, añade Caelles, “una giganta es negra” para que la propuesta sea de orden antirracista. Así mismo, y con el fin de cuestionar los roles de género binarios, “una giganta tiene un peinado con los lados rapados y un piercing en el labio”.

Por el momento, sin embargo, su propuesta de tradición ha sido recibida con “escepticismo”, dice. “Supongo que hay quién lo percibe como un ataque al sistema de roles de género y de dominación masculina tradicionales.”

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