VÍDEO: La CUP quema una bandera española y las redes se mofan de ellos
La CUP insiste en el procesismo folklórico y las redes desatan el cachondeo: ‘sois tan revolucionarios...’
El procesismo no solo fue un proyecto político con un objetivo muy concreto: la independencia. Fue también un ambiente social, casi cultural, de marcado acento catalán. Una mezcla entre ilusión ciudadana, ingenuidad y conflicto sin llegar hasta el final de él.
Esto es lo que explica que el procés también produjera eventos de carácter social con sus propios códigos internos. Son, por ejemplo, las manifestaciones de la ANC, cogerse las manos para hacer una línea de arriba a abajo de Cataluña, butifarradas por la República, etc.
En toda esta opereta, los sectores más radicales - todo lo radical que puede ser un procesista - eran los de la CUP y sus satélites. Entre sus acciones habituales estaba la de quemar banderas españolas. Adquirían visibilidad, generaban polémica y encendían los ánimos del sector contrario.
Pero Cataluña ha cambiado bastante. Después de una década de procés, el electorado catalán anda muy desengañado y ya no responde con la misma ilusión a las convocatorias procesistas. Ahí están, por ejemplo, los últimos fracasos de la ANC o los espectáculos de Puigdemont, que ya no congregan a grandes masas.
Pero, a excepción de ERC, la izquierda woke catalana no parece asumir la nueva realidad política. Por lo menos la CUP, que insiste en la pirotecnia procesista. Ahora han vuelto a quemar una bandera española.
Muchos chistes
En Cardedeu, en la Plaça del Polvorí, de nombre muy adecuado al caso, el colectivo Endavant Vallès Oriental quemó una bandera de España. Los propios autores compartieron el vídeo en redes sociales.
En él, se ve a los activistas con la cara encapuchada mientras intentan quemar la bandera. En un momento dado, se lee una frase que señala que “la bandera española es un símbolo sobre el pueblo trabajador catalán”:
El vídeo se ha hecho viral y eso ha provocado que se llene de comentarios. Algunos se preguntan si esto puede constituir un delito de odio.
Pero lo cierto es que el cachondeo y los chistes han sido mayoritarios. “Vaya frikazos”, “Es jodido vivir en un mundo imaginario del que nunca podrás salir”, “Anda que no corren los pardillos estos”, “Sois tan revolucionarios...”, "Wow, malotes...".
Fue David Madí, mano derecha de Artur Mas, el que definió a la CUP como "una secta política encallada a medio camino entre una versión cutre del comunismo y un club de cannabis".
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