José Zaragoza menosprecia a Vox

Horas después de que el delegado de Pedro Sánchez en Madrid reventara la campaña electoral con sus loas a Bildu, el PSOE da un volantazo. José Zaragoza, diputado del PSC en el Congreso de los Diputados, ha dejado claro que su adversario electoral es el PP y que “Vox es una anécdota”.

“El problema no es Vox, son las políticas del PP”, ha dicho en una entrevista en el Cafè d’Idees de TVE. Zaragoza centra así la campaña del 23-J en la disputa entre el PSOE y PP, y los “20 o 30 diputados que decidirán quién llega a la Moncloa”. Muy nervioso durante toda la entrevista, ha vuelto a reivindicar el voto útil, menospreciando a otras formaciones como Vox porque “el problema no son el tercer o cuarto puesto, sino quien gana”. 

El acuerdo de gobierno PP-Vox en Valencia ha enrarecido la campaña electoral en las últimas horas. A los que criticaron el pacto, Alejandro Fernández, del PP, dijo que “Vox no ha matado ni secuestrado a nadie”, en alusión a los pactos del Gobierno PSOE-Podemos con EH Bildu. El PSOE, contra las cuerdas, reaccionó impulsivamente. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, declaró que “estos supuestos enemigos de España han hecho mucho más por España que los patriotas de pulsera”.

Conscientes del desgaste que supone el cuerpo a cuerpo con los extremos, el PSOE parece querer rectificar y devolver la campaña al centro. Por eso quieren relegar a Vox a un segundo o tercer plano, y centrar la batalla electoral en la disputa con el PP.

La estrategia del PSOE

Las últimas encuestas dan al PP como favorito, con el 32% de los votos y 138 diputados. Los 43 que otorgan a Vox ofrecerían una holgada mayoría a las derechas para dar un vuelco en el Congreso. En cambio, las izquierdas se quedarían lejos de gobernar. El PSOE bajaría al 25% de los votos y 100 escaños, mientras que la suma de sus socios no alcanzaría para la mayoría (176 escaños).

En Ferraz calculan que necesitan llegar al 30% de los votos para conseguir estos 20 o 30 diputados más que les asegure la mayoría parlamentaria. Por eso el partido no quiere desgastarse en cuestiones como las de Vox y Bildu, sino presentarse como el voto útil para impedir un gobierno de Alberto Núñez Feijóo.