Gonzalo Boye se va

Gonzalo Boye, el abogado de Carles Puigdemont y Laura Borràs, y durante muchos años ariete del independentismo más radical, anuncia que desaparece de la escena pública durante un tiempo. Un “periodo de reflexión” que llega tras los “ataques, insultos y menosprecios” que denuncia el propio Boye por parte de un sector del independentismo. Según ha anunciado en El Nacional, hará “un paso al lado” y dejará de dar su opinión en los medios durante un tiempo.

El origen del conflicto

Todo empieza con un artículo del pasado 9 de junio, firmado por Gonzalo Boye, contra el abstencionismo que promueve un sector del independentismo. El jurista criticaba esta estrategia al considerar la abstención “una opción sin ningún tipo de recorrido en términos de presión política”. 

Tras los ataques sufridos, afirma que “la semana pasada toqué un tema que apretó el gatillo de las pulsiones de algunos que parece que se consideran guardianes de las esencias del independentismo”. Asegura que sus palabras activaron “un gen antidemocrático presente en algunos pocos muy ruidosos y agresivos”. Y señala un “proceso de manipulación, tergiversación, señalamiento, criminalización y deshumanización”.

Boye puntualiza además que ya ha vivido este proceso por parte del “nacionalismo español” y avisa que “no estoy dispuesto a sufrirlo por segunda vez”. El abogado recuerda que hace decidió dejar de escribir en los medios españoles, y que ahora se va también de los medios catalanes. 

'Grupúsculos organizados, radicalizados y alejados de la realidad'

Asegura que se toma este tiempo de reflexión porque “parece evidente que me he equivocado al pensar que todo el independentismo sin excepción buscaba una construcción de país y que este fuera democrático”. E identifica “grupúsculos organizados, radicalizados y alejados de la realidad” dentro del independentismo.

A Gonzalo Boye le preocupa asistir a “un proceso de transgresión de determinadas líneas rojas que, en lugar de acercar al objetivo, lo alejan mucho más”. Por eso afirma que “reflexionar me hará bien”, pero advierte a sus detractores que “no conseguirán callarme, como tampoco lo consiguió el nacionalismo español”. 

Gonzalo Boye se convirtió en un héroe de la causa independentista al asumir la defensa de un Carles Puigdemont acorralado por la justicia española internacional. Desde entonces, su figura ha ido creciendo muy por encima de su papel como abogado defensor. También han pasado por sus manos Quim Torra y Laura Borràs, cuyas defensas no pasaron de algunas peroratas en sede judicial y acabaron en derrota.