Jordi Turull y los otros 4 de Junts señalados por perder la Diputació de Barcelona
El sector más político se pone las manos a la cabeza con lo sucedido las últimas semanas
El PSC volverá a ostentar la presidencia de la Diputació de Barcelona. Lo hará de la mano de los Comuns y de dos diputados del grupo de Junts per Catalunya y con el apoyo externo del diputado de Tot per Terrassa.
Marc Castells y Sergi Vallès, diputados provinciales de Junts, harán caso omiso a Jordi Turull y formarán parte del gobierno de la Diputació de Barcelona. Se trata de dos diputados independientes, del entorno del PDeCAT, y que consuman con su decisión el fracaso del aparato de Junts per Catalunya.
Ya lo hemos contado muchas veces: sin poder no hay paz dentro de los partidos políticos. Las elecciones municipales del mayo llegaban como una gran oportunidad en casa de los juntaires. Podían ganar Barcelona, recuperar algunos ayuntamientos y mantener la Diputació de Barcelona, con unos 1.000 millones de presupuesto. Casi dos meses después, Junts solo ostenta la alcaldía de Sant Cugat y tiene la Diputació de Girona.
El resultado es tan pobre que el sector más radical del partido de Puigdemont no tiene ni argumentos para justificarlo. Jordi Turull -que parecía cordero y ha resultado lobo- es el gran señalado. Descartó un pacto con el PSC para explorar "nuevas vías" con ERC y Tot per Terrassa. Y ha sido incapaz, una vez más de tejer alianza política alguna.
Cada vez son más los mandos de Junts per Catalunya que están cansados. Hartos de ver como el partido cada vez es más residual en Catalunya y como las oportunidades pasan y Jordi Turull ni las ve. Tenían a mano gobernar en la Diputació de Tarragona y el Ayuntamiento de Reus con los socialistas, pero mientras esperaban qué les ordenaba Puigdemont, llegó Esquerra y les quitó la silla. En Barcelona, obligaron a Xavier Trias a entenderse con Esquerra y el resultado ya saben cuál fue.
Los cinco señalados en Junts
Todos los palos se los va a llevar Jordi Turull. El secretario general del partido es la voz de su amo Puigdemont y se ha demostrado incapaz de marcar perfil. En palabras de algunos de los dirigentes del partido, Turull es un "esperpento", algo totalmente inesperado.
Pero no es el único señalado. Josep Rius, Joan Canadell, Albert Batet y Míriam Nogueras son los otros dirigentes tocados por lo sucedido. Son los principales responsables de esta estrategia de confrontación permanente, de la queja constante sin un rumbo fijo. La mayoría de estos altos cargos del partido son escuderos de Puigdemont, que sigue utilizando el partido a su antojo mientras él cobra 8.000 al mes en Bruselas.
Mención aparte merece Albert Batet, exalcalde convergente que sobrevive en el partido sin que nadie sepa muy bien por qué. Presidente del grupo parlamentario, Batet no ha demostrado ser un buen orador, ni un buen negociador y menos aún un gestor responsable. Nadie mejor que él encarna el actual momento de Junts per Catalunya,
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