Carles Puigdemont hablando en un podio con micrófonos y una bandera a su lado.
POLÍTICA

El intento estéril de bloquear la política catalana de un Puigdemont que sigue fugado

El líder de Junts monta un espectáculo, pero no consigue su principal objetivo

Carles Puigdemont sigue fugado. Tras aparecer esta mañana a primera hora en un acto en el Arc de Triomf, el líder de Junts se ha vuelto a escapar para evitar ser detenido.

La cúpula de los Mossos, empezando por el consejero del Interior Joan Ignasi Elena, ha quedado retratada. Sea por incompetencia o por connivencia, Puigdemont ha vuelto a huir. Y, para intentar solucionar el problema, los responsables políticos de la policía catalana han organizado una Operación Jaula que sigue activada por la tarde para ver si, ahora sí, localizan y detienen a Puigdemont. Una Operación Jaula que Dios sabrá cuánto dinero nos está costando a todos los contribuyentes. 

Carles Puigdemont con gafas y traje oscuro mirando hacia la derecha con un cielo azul y nubes de fondo.

Al despilfarro de dinero para intentar dar caza a Puigdemont, por ahora sin éxito, se le tiene que sumar a la pérdida de credibilidad de un cuerpo de Mossos d’Esquadra que, evidentemente, ya está en entredicho. De hecho, incluso los sindicatos de Mossos ya han pedido explicaciones de estos mandos por el esperpento vivido hoy. Un esperpento que avergüenza a todos los catalanes.

Carles Puigdemont se ha podido fugar, sí. Aunque sea a costa de mentir incluso de sus propios votantes, a los que dijo que asistiría a la sesión de investidura. Pero lo que no ha podido hacer el líder de Junts es paralizar la política catalana.

Al mediodía, el partido de Puigdemont lo ha intentado todo para suspender la sesión de investidura de Salvador Illa. Podía tener algo de lógica, compartida o no, que se hubiera aplazado el pleno si hubieran detenido el líder juntaire. Pero con su fuga, no tenía ningún sentido -si es que en algún momento tuvo algún sentido-.

El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, interviene durante una rueda de prensa en la sede del partido, a 29 de mayo de 2023, en Barcelona

Como sus argumentos eran débiles, Junts han hecho circular la información de que se había decretado una orden de detención contra su secretario general, Jordi Turull. Incluso la justicia ha acabado desmintiendo esta orden y, segunas la informaciones que han trascendido, solamente se le citará a declarar por su presunta implicación en la fuga de Carles Puigdemont.

La Mesa, por petición de Junts (que argumentaba intentos de detenciones ilegales en referencia a Turull) se ha tenido que reunir para deliberar si se tenía que suspender el pleno. ERC (2 miembros) se ha aliado con el PSC (2 miembros) y han dejado solos a los de Junts (3 miembros) en su intento de bloquear la política catalana. Después han hecho reunir a la Mesa para volver deliberar de nuevo esta cuestión, a ver si a la segunda había más suerte. Tampoco la han encontrado y el pleno, finalmente, se ha retomado con casi dos horas de retraso.

Josep Rull y Salvador Illa con traje y corbata posan juntos frente a una ventana con una bandera en el fondo.

La duda que queda es si la sesión de investidura se celebrará en su totalidad en el día de hoy o si la votación se acaba realizando mañana. Lo que está claro es que, a pesar de intentarlo todo, Junts (y Puigdemont) no han podido evitar lo inevitable. Y la política ha podido seguir su curso a pesar del bochornoso espectáculo que estamos viviendo todos los catalanes este jueves.

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