‘Es un insulto decir que quien ha votado a Sílvia Orriols es un fascista’

A día de hoy ya no debe quedar nadie en Cataluña que no haya hablado de Sílvia Orriols. La alcaldesa de Ripoll ha conseguido ser una de las grandes protagonistas de la política catalana en las últimas semanas. Tras su triunfo en las municipales, casi todo el mundo se ha posicionado a favor o en contra de la líder de Aliança Catalana.

Su discurso desacomplejadamente independentista y antiinmigración ha provocado, sobre todo, el rechazo de los partidos procesistas. ERC, Junts y la CUPhan hecho todo lo posible para desacreditarla y, de hecho, mantienen su amenaza de hacerle una moción de censura en Ripoll. Hasta el momento, estas tres fuerzas han cargado contra Sílva Orriols pero han hecho poca autocrítica. Y esto, precisamente, es lo que les ha reprochado Roger Montañola, candidato de EspaiCiU al Congreso de los Diputados. 

Roger Montañola habla de Ripoll

El representante de la candidatura del PDeCAT ha dejado en evidencia a ERC, Junts y CUP por su análisis sobre los resultados electorales de Ripoll. “Es un insulto decir que todos los ciudadanos de Ripoll que han votado a las opciones que han votado son fascistas”, expone Montañola.

“Alguna cosa debe haber pasado en Ripoll. Creo que nuestra obligación es analizar desde la moderación qué ha pasado. Porque este país hace demasiado tiempo que esconde demasiados debates debajo de la alfombra. Y la obligación de los representantes públicos es afrontar los debates y los problemas del país”, explica el candidato del PDeCAT.

“No podemos hacer ver que las cosas no pasan”, sentencia. Y es que, según Roger Montañola, con el lema “que viene la derecha”, se está evitando que otras cuestiones “ocupen un espacio importante en el debate público del país”. Y como ejemplo ha puesto la situación que se ha vivido en Ripoll.

EspaiCiU quiere dar la campanada

EspaiCiU, la marca electoral del PDeCAT para estas elecciones generales, buscará tener representación en el Congreso a partir del 23 de julio. Por ahora, las encuestas no favorecen sus intereses. Y es que ningún sondeo les da opciones de entrar, a pesar del optimismo que se respira en la candidatura posconvergente. De hecho, la mayoría de pronósticos auguran una caída de los partidos procesistas y nacionalistas catalanes.