Incluso El País ya avisa de los peligros de la inmigración ilegal descontrolada

El debate sobre la inmigración ilegal es cada vez más presente, no solo en la sociedad, sino en el tablero político. Y algo está cambiando porque, incluso la izquierda, que hasta hace poco prefería pasar de puntillas sobre la cuestión, se ha visto obligada a admitir los peligros que pueden comportar las oleadas descontroladas de inmigrantes irregulares que recibe España.

Si hace unos días el Gobierno reconocía que los flujos migratorios descontrolados eran uno de los principales factores de riesgo para la seguridad nacional, ahora es El País quién se hace eco de otro informe que va en la misma dirección.

El periódico afín a Pedro Sánchez cuenta que, según la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima, hay el riesgo de que otros países utilicen las “oleadas de inmigración ilegal” para desestabilizar España.  

España es el segundo país de la Unión Europea que recibe más extranjeros que llegan de forma ilegal. Y “su condición de frontera exterior europea” y su “cercanía con África, facilita determinadas amenazas para la seguridad nacional”. 

Entre estas amenazas, señalan, hay las “estrategias híbridas” que pueden usar otros estados contra España. Es decir, acciones que buscan “desequilibrar las condiciones de seguridad de un estado sin superar el umbral de la agresión armada convencional”. 

Otras de las amenazas serían, por ejemplo, "actos violentos contra infraestructuras y líneas de comunicación marítima”, “sabotajes y ciberataques contra buques” o “contaminaciones marinas provocadas”, explica El País.

Ya en 2013 había un informe respecto al “fenómeno delincuencial” que pueden provocar estas oleadas descontroladas de ilegales. Sin embargo, el nuevo documento va un paso más allá y advierte de los peligros para la seguridad nacional.

 

Este informe se suma a otros dos de Seguridad Nacional en los que se advertía de que la “crisis del Sahel” y la guerra en Franja de Gaza suponía “un riesgo real y directo” respecto a la amenaza terrorista. Y es que, según dichos informes, “elementos terroristas” podrían aprovechar estos flujos migratorios descontrolados “para dar cobertura a los desplazamientos” de estos terroristas.

De hecho, en 2021 ya se detuvo a una persona de nacionalidad argelina en Mallorca acusada de liderar una red dedicada al tráfico de seres humanos desde Argelia hasta España. Una red que habría permitido la entrada de un presunto yihadista del ISIS u otros tres presuntos terroristas que acabaron siendo detenidos en Barcelona. Eso sí, el periódico también recalca que estos casos son “puntuales”.

En cualquier caso, en lo que llevamos de 2024, las llegadas de inmigrantes ilegales (según fuentes del Gobierno) han aumentado un 277% respecto al año pasado. Un 2023 en el que ya se batieron casi todos los récords de entradas irregulares. Mientras que en los tres primeros meses de 2023 el Gobierno contabilizó la llegada de 4.287 ilegales, este año ya se ha llegado a la cifra de 16.156 en el mismo periodo.

Más allá de la situación sobre la inmigración ilegal desbordada en España, lo que está claro es que este es un debate que, poco a poco, nadie quiere ni puede obviar. Y es que es significativo que un periódico como El País lleve en portada una noticia de estas características, alertando sobre los peligros que pueden provocar estas oleadas de ilegales que recibe España, especialmente Canarias.