Primer plano de Salvador Illa en un mítin del PSC
POLÍTICA

El Govern de Aragonès podría caer antes de lo previsto: un sector del PSC dice basta

El Govern de Pere Aragonès pende de un hilo y Salvador Illa tiene en su mano darle la puntilla definitiva. Los comicios, previstos para 2025, se podrían acabar celebrando en 2024


Que las próximas elecciones catalanas, previstas para inicios de 2025, se acaben celebrando en 2024 es un escenario que, desde hace tiempo, nadie descarta. El Govern más débil que se recuerda -solo cuenta con 33 de los 135 diputados del Parlament- repite por activa y por pasiva que agotará la legislatura. Pero la realidad es la que es. Y las negociaciones para el presupuesto del año que viene pueden acabar con el ejecutivo presidido por Pere Aragonès antes de lo previsto.

Los presupuestos del año pasado ya evidenciaron la debilidad del Govern, que acabó aprobando las cuentas gracias a los Comuns y, sobre todo, al PSC. Pero ahora los socialistas ya no tienen tan claro ejercer, otra vez, de bote salvavidas de un Pere Aragonès cada vez más desesperado. Prueba de esa desesperación fue el llamamiento que hizo él mismo en el discurso de Sant Esteve, en el que pidió “responsabilidad y compromiso” al resto de fuerzas políticas a la hora abordar las negociaciones por los presupuestos.

El PSC se planea pasar al ataque contra Pere Aragonès

Junts sigue en guerra con ERC por el relato dentro del mundo procesista. Y más ahora que ya casi entramos en fase preelectoral. Y la CUP ha puesto encima de la mesa unas propuestas que son incompatibles con cualquier otro apoyo que pueda recibir el Govern. Por lo tanto, el futuro de los presupuestos vuelve a pasar por el PSC. Pero los socialistas ya están planteándose tumbar los números de Aragonès y, de paso, forzar un adelanto electoral que toda la oposición ya hace tiempo que pide.

Salvador Illa en el encuentro 'Objetivo Actualidad', en el Palacio Euskalduna, a 2 de octubre de 2023, en Bilbao

Según El Mundo, un sector del PSC tiene claro que la estrategia a seguir debe ser esa: decir ‘no’ a los presupuestos, desmarcarse de ERC y afrontar un adelanto electoral que, según las encuestas, colocarían a los socialistas de nuevo en el Palau de la Generalitat. Todo, pues, queda en manos de un Salvador Illa que siempre ha mostrado su disposición de hacer una oposición constructiva. Una estrategia que cada vez más gente dentro del partido ve que está agotada.

ERC tira de chantaje

El Govern de ERC no tiene fuerza y depende de la voluntad de la oposición de darle otro balón de oxígeno. Pero viendo la poca predisposición que hay de mantener la respiración asistida a un ejecutivo tan débil, solo le queda la opción de la amenaza. Y, para ello, quiere hacer valer sus diputados en el Congreso. Laura Vilagrà comentaba hace unos días que “sería difícil pensar” que hubiera presupuestos en el Congreso y no en Cataluña.

Imagen del Presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, sentado en su escaño con rostro reflexivo

A pesar de esta advertencia, voces dentro del PSC ya se han hartado. El año pasado, los socialistas ya salvaron a Pere Aragonès. Pero en año electoral, cada vez son más los que no ven ninguna necesidad de repetir la jugada. Y más si tenemos en cuenta que ERC ha incumplido los principales acuerdos a los que llegaron con el PSC hace un año -proyecto Hard Rock y ampliación del aeropuerto del Prat-. Si Pere Aragonès se queda sin el único apoyo importante que le quedaba en Cataluña, será imposible aprobar los presupuestos. Y un adelanto electoral será más que probable.

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