Fugados, hiyabs y poca experiencia en la privada: la otra cara de las listas de ERC

La cuenta atrás hacia las elecciones autonómicas ya está en marcha en Cataluña. En menos de veinte días arrancará la campaña electoral y, en algo más de un mes, millones de catalanes estarán llamados a las urnas. Es la enésima ocasión en la que, en la última década, los catalanes deben acudir a elegir a sus representantes políticos.

En los últimos quince años, ha habido seis convocatorias electorales al Parlament de Cataluña: 2010, 2012, 2015, 2017, 2021 y ahora, en 2024. Las autonómicas son, pues, casi una costumbre dominical en Cataluña, que ya se prepara para la nueva cita. Esta misma semana —este sábado lo hizo Carles Puigdemont— los partidos han puesto las cartas sobre la mesa presentando sus candidaturas.

Aragonès sitúa a los ‘consellers’ al frente de su lista

ERC lo hizo justo al dejar atrás las vacaciones de Semana Santa, y habiendo anunciado ya sus cabezas de cartel. Con Pere Aragonès como candidato a la Generalitat, Raquel Sans y Marta Vilalta repiten en Tarragona y Lleida, respectivamente, y Laia Cañigueral se estrena en la circunscripción de Girona.

Esta semana, además, se hacía público que parte de los ‘consellers’ ocuparían puestos de salida en la candidatura por Barcelona. ERC pretende sacar pecho por un Govern que, sin embargo, acumula un considerable desgaste por su dudosa gestión en muchos ámbitos. Vilagrà, Elena, Campuzano, Capella y Verge son los nombres que los republicanos han situado en las primeras diez plazas de su lista.

Pero, más allá de los titulares que hemos podido leer en los medios, ¿cuál es la otra cara de la candidatura de ERC? La lista incluye muchos rostros puramente de partido, con poca experiencia fuera del ámbito político. Lejos quedan aquellas candidaturas de ERC, en las primerizas etapas de Junqueras, repletas de fichajes independientes.

Repasamos, pues, cuál es la otra cara de las listas de ERC para estas elecciones. Unas candidaturas que combinan heterogéneamente a encausados por el ‘procés’, candidatas que usan el controvertido hiyab, fondistas de la carrera política y personas sin experiencia fuera de ella.

La huella del ‘procés’: Wagensberg, candidato desde Suiza

Los primeros puestos de la lista de ERC por Barcelona reúnen, además de los principales nombres del Govern, a dos personas encausadas en casos relacionados con el ‘procés’. Destaca especialmente Rubén Wagensberg como número 9, de quien se supo en enero  el traslado “temporal” de su residencia a Suiza, para eludir las consecuencias de su investigación por parte de la Audiencia Nacional.

Wagensberg, de baja laboral, está investigado en la causa del ‘Tsunami Democràtic’ y, pese a encontrarse en Suiza, continuó siendo secretario de la mesa del Parlament. A día de hoy, forma parte de la diputación permanente de la cámara, es decir, pese a que el Parlament está disuelto, es uno de los pocos diputados que sigue siéndolo.

En el número 3 de la candidatura se encuentra otro de los investigados por el ‘procés’ pendiente de juicio. Se trata del presidente del grupo parlamentario republicano, Josep Maria Jové, encausado por los preparativos del 1-O. Aunque el juicio se encuentra en ‘stand by’ por la posible aplicación de la amnistía, el nombre de Jové ha sido relacionado durante años con las investigaciones judiciales llevadas a cabo.

Quien no forma parte de la candidatura republicana, y está también encausada —en el mismo caso que Jové—, es la ‘consellera’ de Cultura, Natàlia Garriga. Pese a ser uno de los nombres más discretos y exentos de polémica del Govern, Garriga no ha obtenido plaza en la lista de ERC y repetir en la consejería es, vista la perspectiva electoral de ERC, un escenario poco planteable —al menos, por ahora.

El polémico hiyab, presente también en las listas de ERC

Las candidaturas republicanas cuentan con la presencia de varios nombres de origen árabe, tal y como se ha apuntado esta misma semana. Dos de estas candidatas usan hiyab, el velo que cubre el pelo de las mujeres musulmanas y que tanta controversia ha supuesto en los últimos años en Cataluña. Su uso ya generó un importante revuelo en las elecciones generales de 2007 fruto del posicionamiento contrario expresado por CiU.

Pero la polémica sobrepasa el mero debate político y es de índole social. La cuestión se discute en la calle o en las redes sociales, donde cada vez ocupa un lugar de mayor trascendencia. Incluso personalidades como la reconocida escritora Najat El Hachmi, de origen marroquí, han criticado el uso del hiyab como “parte visible de una infinidad de reglas que nos dicen cómo tenemos que vestir, comportarnos o con quién podemos relacionarnos” por parte de la religión musulmana.

ERC cuenta desde 2017 con una diputada que usa habitualmente el hiyab: se trata de Najat Driouech. En la convocatoria de 2017, Driouech asciende hasta un privilegiado número 4, pese a que su proyección en el Parlament no ha sido excesiva. No cabe duda, sin embargo, que ERC busca promocionar su figura, teniendo en cuenta también el caladero de votos musulmán en el que pretende crecer la formación de Junqueras y Aragonès.

A Najat Driouech la acompaña otra candidata que usa habitualmente el velo. Se trata de la número 52 por Barcelona —eso sí, con nulas opciones de ser diputada—, Zainab Tamara i Zubair. Forma parte de las juventudes del partido y de la organización Unidad contra el Racismo y el Fascismo. ERC cuenta, pues, con dos candidatas que usan hiyab en su lista electoral por Barcelona.

Candidatos con poca experiencia fuera del cobijo de la política

Otra cara de las listas de ERC es la de los candidatos cuya experiencia fuera de la política brilla por su escasez o incluso, en algunos casos, por su ausencia. El caso de Zainab Tamara i Zubair podría ser representativo, ya que no acredita experiencia laboral alguna según la información que facilita ERC. Pero no es necesario descender a las catacumbas de las listas para hallar casos de este tipo.

La principal representante de Jovent Republicà y futura diputada al ocupar el décimo puesto por Barcelona, Mar Besses, tampoco cuenta con experiencia laboral a juzgar por el currículo hecho público por su formación. Besses, concejal en Sant Joan Despí, se encuentra cursando un máster en Políticas Públicas, Derechos Sociales y Políticas de Igualdad en la UB. La corta edad de Tamara y Besses puede explicar esta nula experiencia, pero hay otros casos mucho más llamativos.

El principal nombre es el de Marta Vilalta, secretaria general adjunta de ERC y uno de los rostros visibles de la formación, además de número 1 por Lleida. La experiencia laboral de Vilalta, de casi 40 años, se circunscribe a la política: ha trabajado como jefa de prensa de ERC en Lleida o del festival Acampada Jove, organizado por las juventudes del partido. Fichó por la oficina de comunicación de Gobernación y Relaciones Institucionales de la Generalitat y, desde entonces, ha combinado cargos políticos, como diputada y directora general de Juventud.

El número 7 por Barcelona es el ‘conseller’ Carles Campuzano quien, pese a ser independiente, se suma a la candidatura de ERC tras toda una vida en CDC. Campuzano es un corredor de fondo de la política, ámbito en el que ha realizado prácticamente toda su carrera laboral. Aunque Junqueras dedicaba sonoras críticas a Duran i Lleida por ser un “profesional de la política”, años después no duda en contar con Campuzano.

A sus casi 60 años, Campuzano ocupó su primer cargo público —concejal en Vilanova i la Geltrú— a los 23, en 1987. En esa etapa, trabajó también en la Generalitat de Jordi Pujol. De 1992 a 1995 fue diputado en el Parlament, y de 1996 a 2019 lo fue en Madrid: 23 años ocupando un escaño en el Congreso.

Su marcha de la política supuso su primera experiencia en el ámbito privado —concretamente, en el tercer sector—, pero tres años después fichó por el Govern y ahora prolonga su segunda etapa política garantizándose ser diputado por ERC la próxima legislatura.

Otros nombres como Alba Camps o Adrià Guevara —números 16 y 23, respectivamente, por Barcelona— responden también al mismo perfil. Camps cuenta con una carrera escasa en el ámbito privado, inexistente en el caso de Guevara. Sin embargo, ambos han ocupado cargos públicos por ERC que ahora optan a prolongar en esta nueva contienda electoral.

Más allá del liderazgo de Aragonès ensombrecido por Junqueras o del mensaje de gestión que quiere vender el partido, las listas de ERC ofrecen muchas aristas de análisis. Con estas cartas sobre la mesa, está por ver qué resultado logra una formación marcada por el desgaste de haber gobernado en solitario en el último año y medio en Cataluña. La tendencia, por ahora, no augura buenas noticias.