Finlandia también se apunta a la mano dura contra la inmigración

Las políticas de mano dura contra la inmigración siguen extendiéndose rápidamente por el norte de Europa. Tras el Reino Unido y Suecia, ahora es Finlandia quien plantea el endurecimiento de las leyes migratorias. Este se ha convertido, junto a la rebaja de impuestos, en el pilar central del programa del nuevo gobierno conservador.

Las elecciones de abril desbancaron a los socialdemócratas en favor de la Coalición Nacional Conservadora de Petteri Orpo. El principal partido de la derecha finlandesa formará gobierno con el Partido de los Finlandeses, que arrasó en las elecciones con el mensaje antiinmigración, y otros dos partidos derechistas. 

El Partido de los Finlandeses ha sido el segundo partido más votado en las elecciones gracias a su impugnación del sistema migratorio finlandés. Sus votos proceden de una clase media agotada por la presión fiscal, el flujo migratorio y el aumento de la criminalidad. Ante esta situación, los partidos conservadores y ultraderechistas han ofrecido como soluciones el freno a la inmigración y la bajada de impuestos.

Condiciones más duras para el permiso de residencia

El líder de la coalición conservadora y futuro primer ministro, Petteri Orpo, no esconde sus intenciones: “Queremos poner orden en Finlandia”. Para ello, el nuevo gobierno plantea “un nuevo paradigma” que se implementará desde el ministerio del Interior. Una de las primeras medidas será el endurecimiento de las condiciones para obtener un permiso de residencia permanente o de ciudadanía.

El Partido de los Finlandeses ya ha aclarado que quieren poner coto sólo a la inmigración procedente de países extracomunitarios. A partir de ahora, los permisos de residencia para refugiados tendrán una limitación temporal, y podrán ser revocados si la persona se va de vacaciones o viaja a su país de origen.

Reforma del código penal contra las bandas

Además, el nuevo gobierno quiere reformar la ley de seguridad con un sistema especial para los inmigrantes. En este sentido, se endurecerá el código penal para los delitos cometidos por bandas integradas sobre todo por extranjeros. El gobierno ha prometido mano dura contra el crimen, que ha escalado a niveles insospechados.

Finlandia se suma así a Reino Unido y Suecia, los dos países que han tomado la delantera en el freno a la inmigración descontrolada. En el Reino Unido, el primer ministro Rishi Sunak ha liderado la campaña ‘Stop pateras’, con una serie de medidas de control fronterizo y limitación de asilo que ha conseguido reducir notablemente la entrada de ilegales. En Suecia, el nuevo gobierno conservador acaba de anunciar la puesta en marcha de la legislación más dura de la Unión Europea en materia de inmigración.