Filtran la posible fecha de la investidura de Salvador Illa: es inminente

Las negociaciones entre ERC y el PSC se encuentran en la recta final, y ya podría haber incluso una fecha para la investidura de Salvador Illa. Esquerra, que en los últimos días había enfriado las negociaciones, ha puesto una marcha más en las últimas horas y el acuerdo podría estar prácticamente cerrado. 

El periodista Toni Aira, bien conectado con el entorno político independentista, ha avanzado en Al Rojo Vivo de La Sexta la posible fecha de investidura. “Reservad los días 7 y 8 de agosto”, ha avanzado, “porque podría haber una cita en el Parlament de Cataluña, por la investidura”.

Esto, según Aira, abortaría un inminente regreso de Puigdemont y también confirmaría la voluntad de Esquerra y del PSC de llegar a un acuerdo.

El periodista recuerda que durante la campaña ERC afirmó que no haría presidente a Illa, y “ahora necesitan justificar el acuerdo”. Esquerra ha dicho que someterá el acuerdo a la militancia al día uno, aunque la cúpula parece tener controlado el proceso para que no haya sorpresas. Así que lo más seguro es que efectivamente el 7 y 8 de agosto tenga lugar el debate de investidura, e Illa sea investido con los votos de ERC.

Financiación singular a plazos

Las negociaciones se habían enfriado por el desacuerdo con la financiación singular. ERC no estaba dispuesta a rebajar sus pretensiones y el PSC no quería subir su listón, así que las conversaciones parecían llegar a un punto muerto.

Pero la necesidad de Esquerra de evitar unas nuevas elecciones ha llevado a suavizar sus posiciones, y los de Marta Rovira aceptarán un sistema a plazos en el que se vaya implementando el sistema singular progresivamente, eso sí con un calendario y una garantía de cumplimiento de los compromisos.

Para ERC era muy importante arrancar este compromiso al PSC, y toda la negociación ha pivotado en torno a esta cuestión. La dirección republicana entiende que ahora mismo no es posible la independencia, y que toca gestionar el mientrastanto. Por eso creen que lo más importante es tener la llave de la caja, para mejorar la financiación de Cataluña y mejorar los servicios públicos y las políticas sociales.

Junto a esta carpeta han negociado otras tres: la resolución del conflicto catalán, la lengua catalana como instrumento de cohesión social en la Cataluña de los 8 millones, y las políticas sociales. No se han desvelado detalles sobre la negociación. Habrá que esperar al 7-8 de agosto, si se cumplen las previsiones, para conocer el programa de gobierno.

Esquerra se la juega

Ahora toca lo más difícil para ERC, que es vender el acuerdo.

Son conscientes de que para buena parte del independentismo el acuerdo es una rendición histórica y una sumisión al autonomismo más vergonzante. No hay que perder de vista el pasado reciente del PSC, con su apoyo al 155, y que el partido de Illa es el partido que genera más rechazo en el independentismo.

Pero ERC no lo tenía fácil en esta tesitura y tenía que elegir entre lo malo -pactar con el PSC, tragarse las críticas e intentar sobrevivir tocando poder- y lo peor -ir a unas elecciones inciertas arriesgándose a un nuevo batacazo y dando una segunda vida a Puigdemont. 

ERC se la ha jugado tirando de pragmatismo y ahora tendrá que afrontar las contradicciones de gestionar el poder con el PSC de Salvador Illa. La buena noticia es que consiguen aislar un poco más a Puigdemont, que ahora queda en una situación verdaderamente complicada. Además recuperan su posición de socio preferencial con el PSOE en Madrid, tras el breve eclipse de Junts.