PSC y ERC ponen una marcha más: cómo están las negociaciones por la investidura
Cerradas las carpetas del conflicto catalán, el catalán y las políticas sociales, solo queda el financimiento singular
El plazo establecido por ERC para llegar a un acuerdo de investidura con el PSC -el 31 de julio- se agota, y han puesto una marcha más en las negociaciones. Esquerra apurará hasta el último momento, mientras los socialistas mantienen la calma y se muestran confiados en un acuerdo de última hora.
Las negociaciones se centran en el sistema de financiación, y el equipo negociador de Marta Rovira pide a los de Salvador Illa un calendario y garantías de cumplimiento.
Los catalanes se han acostumbrado a las negociaciones de infarto, como las vividas con los presupuestos hace solo unos meses. En aquella ocasión las negociaciones descarrilaron y el gobierno cayó. Ahora republicanos necesitan evitar unas nuevas elecciones, y el PSC aprovecha su debilidad para remar a favor de un acuerdo que haga presidente a Illa.
En los últimos días ERC había enfriado las negociaciones y había subido el precio de la investidura de Salvador Illa. Pero la transferencia de mil millones para Rodalies y la reunión de Pedro Sánchez con Pere Aragonès han dado un último empujón.
Unos y otros son optimistas y esperan alcanzar en las próximas horas o días un acuerdo que tendrá que ser validado por la militancia el 1 de agosto.
ERC intenta meter presión
En una entrevista en TV3, la portavoz de ERC, Raquel Sans, no ha descartado un acuerdo inminente con el PSC. Eso sí, ha advertido que “quedan algo más que flecos” por cerrarse, y ha intentado meter presión a los socialistas: “Esta es una de las mayorías posibles”, ha dicho, “pero si al final de este mes no se llega a un acuerdo el PSC tendrá que buscar acuerdos en otros lugares”.
La dirigente de ERC ha valorado positivamente el traspaso de Rodalies que se ha desencallado esta semana. Pero ha apelado al PSC a abordar la negociación con más intensidad para evitar problemas de última hora.
Las conversaciones, según ha desvelado, están girando en torno a cuatro carpetas entre las cuales está la lengua catalana, las políticas sociales y la resolución del conflicto político.
Aunque la más importante es la del financiamiento singular para, en palabras de Raquel Sans, “tener la llave de la caja”. Los republicanos quieren un sistema de financiamiento al margen del resto de las comunidades autónomas. Algo que ERC quiere presentar como el cumplimiento de una reivindicación histórica, pero que amplios sectores del independentismo ven como el regreso al autonomismo.
Proceso gradual
Según desvela El Periódico, todas las carpetas de la negociación están cerradas excepto la del financiamiento singular. El techo de mínimos que propone ERC es demasiado alto para el PSC, y el listón que ponen los socialistas es demasiado bajo para los republicanos.
A punto de llegar al deadline marcado, ERC se aviene a un proceso gradual de establecimiento del nuevo sistema de financiación que cuente, eso sí, con un calendario y garantías del cumplimiento de los compromisos.
ERC está retransmitiendo en público el minuto a minuto de las negociaciones, mientras que el PSC opta por la discreción y el silencio. Esquerra necesita controlar el relato para vender el pacto a su militancia y evitar las acusaciones de traidores por investir al PSC. En cambio, el PSC quiere repetir la fórmula del éxito de Pedro Sánchez, que alcanzó el acuerdo histórico con Junts blindado por la celosa discreción.
En estos últimos compases la negociación se ha visto marcado por el órdago de Junts al PSOE en el Congreso de los Diputados.
Los de Puigdemont temen quedar aislados y han pedido también una financiación singular como condición para los presupuestos generales de 2025. Nadie quiere quedarse al margen de un inminente acuerdo de investidura en Cataluña, que abrirá una nueva etapa política.
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