El feo de Pedro Sánchez a vascos y gallegos

No hay día que Pedro Sánchez no enfade a uno de sus socios. Y no es de extrañar cuando debes tener contento a seis partidos a la vez y algunos de estos ni se hablan entre ellos. Parece imposible que el PSOE pueda conseguir que todos los nacionalistas estén satisfechos antes de la investidura, pero no hay que menospreciar a Sánchez, el funambulista.

El Gobierno se jugaba este martes en Bruselas parte del crédito que tiene de Carles Puigdemont. Para Junts, la oficialidad del catalán en la Unión Europea es condición necesaria para sentarse a hablar. Consciente de ello, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha cogido la senyera y la barretina para defender la propuesta. Y no solo esto: sino que ha decidido priorizar el catalán ante la falta de unanimidad y las dudas que levanta la propuesta.

Al ministro Albares solo le faltaba una bandeja con pan con tomate, fuet de Vic, ratafia d'Olot y calçots de Valls.  "Explicaré a mis colegas la especificidad del régimen constitucional lingüístico español que lo hace prácticamente único en la Unión Europea y explicaré que estos idiomas se usan dentro del Parlamento español", aseguraba Albares. Y no solo eso, el ministro defendía que el catalán no es una lengua minoritaria: "Lo hablan 10 millones de ciudadanos y se sitúa por encima de muchas lenguas que son oficiales".

Tras la falta de acuerdo, el Gobierno prioriza el catalán

Como era previsible, no ha habido la unanimidad necesaria par a aprobar la oficialidad del catalán, vasco y gallego. Hay dudas de algunos países, que no saben qué puede comportar jurídicamente y económicamente. Ante esto, la respuesta del Gobierno español es más que sorprendente: priorizar el catalán.

"Nos hemos abierto a priorizar el idioma del cual sus representantes lo han pedido con más insistencia y que tiene más hablantes", justificaba el dirigente del PSOE. La realidad es que toca mimar a Carles Puigdemont, aunque esto enfade a BNG, PNV y Bildu, socios de Sánchez antes que Junts.

El PSOE va con todo para que se apruebe la oficialidad del catalán antes de la investidura de Pedro Sánchez. Albares ha asegurado que la intención es "avanzar cómo más rápido mejor" y que será España quien pagará el coste de oficializar el catalán. 

A estas horas no se sabe qué piensan nacionalistas vascos y gallegos, que han visto como quién necesita sus votos los acaba de poner en el banquillo. Vasco y gallego son lenguas de segunda para el Gobierno del PSOE y Sumar, con la excusa de que el catalán "está entre las 15 lenguas con más hablantes en la UE".

Pedro Sánchez siempre tendrá a mano asumir nuevas concesiones al BNG, Bildu y PNV. Tras la amnistía y los indultos, cualquier cosa se puede justificar.