Feijóo no tira la toalla
El líder del PP activa un nuevo plan por si hay repetición electoral
Pedro Sánchez sigue confiando en amarrar los votos de Junts -y del resto de socios de Frankenstein- y así poder seguir cuatro años más en Moncloa. A pesar de estar dispuesto a conceder la amnistía, en Ferraz no descartan la posibilidad de que Puigdemont haga saltar por los aires las negociaciones y España se vea obligada a acudir de nuevo a las urnas. Y en esas también está el PP y un Alberto Núñez Feijóo que ya ha activado una nueva estrategia por si la repetición electoral acaba siendo una realidad.
El líder popular ganó las elecciones, pero sin suficiente margen para formar gobierno. Soñaba con una mayoría absoluta (176 escaños), pero se tuvo que conformar con 137. Es por este motivo que en Génova tienen claro que, a pesar de ser el partido más votado en toda España, aún tienen margen de crecimiento en algunas zonas.
Nuevos objetivos para Feijóo
El presidente del PP sabe que, si hay repetición electoral, deberá seducir una parte del electorado en el País Vasco y en Cataluña. Allí es donde se pueden decidir las mayorías en el caso de que los españoles vuelvan a votar. Feijóo es consciente de ello y ha diseñado un plan para conseguir más apoyos en estas regiones.
Un “autonomismo amable”. En esto se basa la nueva idea del político gallego para convencer a más vascos y catalanes. Una idea que tiene previsto presentar en Bilbao y Barcelona, tal y como cuenta La Razón. Su estrategia incluye “una oferta de gestión pragmática” y ser “respetuoso con las peculiaridades de cada territorio”.
El objetivo es reforzar el perfil propio del PP y señalar las contradicciones de partidos como el PNV y Junts. Uno de los objetivos es el de convencer a parte del electorado nacionalista de derechas que pueda estar desencantado con el hecho de que su voto sirva, por ejemplo, para hacer ministra a Ada Colau.
Si hay repetición electoral, Feijóo no quiere cometer los mismos errores de la última campaña electoral. Y por este motivo ya trabaja a fondo. Lo que no se pueden permitir en Génova, tras su investidura fallida, es que unas nuevas elecciones les pillen desprevenidos.
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