Una exdiputada de ERC echa más leña al fuego: 'La mitad del Govern no quería la DUI'

Sigue la polémica por las declaraciones de Xavier Vendrell, exalto cargo de ERC, sobre el papel de Oriol Junuqeras en el 1-O y la declaración de independencia de octubre de 2017. El empresario aseguró que Junqueras "se asustó y se escondió" aquellos días, por sus reservas sobre la declaración de independencia. Algo que siempre se rumoreó y que por primera vez un cargo de Esquerra se atreve a decir en voz alta.

Esta mañana, otra exdiputada de ERC, Gemma Calvet, ha echado más leña el fuego sobre el papel de los dirigentes independentistas aquellos días. "A mí me consta que la mitad del govern de la Generalitat estaba en contra de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI)", ha afirmado. Y también que "la DUI no estaba preparada" sino que fue "una situación improvisada de escalada" orquestada por "un sector de ERC" para "forzar elecciones y desgastar a Puigdemont".

La exdiputada dice otra cosa interesante, y es que después "con la represión algunos se han sentido obligados a reivindicar" la estrategia de la vía unilateral. Finalmente, desliza que fue Marta Rovira y no Oriol Junqueras quien estuvo al mando de las decisiones en aquel período.

Todo empieza a salir a la luz

Estos días se están revelando secretos a media voz que todos sospechaban pero que nunca se habían confirmado. Como que los líderes separatistas no tenían nada preparado y que todo obedeció a una improvisación en la que cada uno actuó por intereses personales. Algo que no hace más que ahondar en la indignación de las bases independentistas hacia sus dirigentes, y el hundimiento de ERC y Junts.

La crisis interna en ERC y el enfrentamiento entre los dos sectores oficialistas (Marta Rovira y Oriol Junqueras) está destapando buena parte de los trapos sucios ocultos hasta ahora. En su afán por destrozar a su adversario a las puertas del congreso nacional del partido, los sectores de ERC están revelando este tipo de informaciones. Quien sale mal parada es la clase dirigente procesista que, como se está demostrando, ha basado su política hasta ahora en el engaño.

Esto demuestra también que el procesismo, que siempre tiró de épica y de retórica, no fue más que una lucha por el poder dentro del espacio independentista. Quienes salen peor parados son Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Marta Rovira, que por acción o por omisión tuvieron la responsabilidad de lo que ocurrió en octubre de 2017. Ahora las bases independentistas empiezan a pasar la factura hacia sus líderes, cuyo prestigio ha quedado muy tocado.