ERC y Junts sí se ponen de acuerdo para hacer postureo antimonárquico

En su día, las pataletas procesistas tenían cierto recorrido entre los ciudadanos de Cataluña. Cosas como pitar el himno o dar plantón a diferentes figuras españolas tenían su eco electoral. Hoy, en cambio, se perciben cada vez más como gestos de cara a la galería.

La protesta que organizó la ANC contra la Familia Real en Lloret de Mar fue un buen ejemplo.

Con 400 asistentes como mucho, la protesta de Lluís Llach solo provocó humor y burlas en redes sociales. En el mejor de los casos, algunos titulares entre la prensa subvencionada.

Y es que si una institución se ha prestado a las pataletas procesistas, esa ha sido la monarquía.

Normalización institucional

Hasta el próximo jueves (25 de julio), Cataluña será la sede del encuentro de directores del Instituto Cervantes. En total, reunirá a 80 cargos de esta institución y a la Reina Letizia, que presidirá la sesión.Entre los invitados, también se encuentran los representantes políticos más destacados de Cataluña.

Salvador Illa o Jaume Collboni, por ejemplo, acudirán a la recepción en un gesto de normalización institucional. Hay que tener presente que Collboni es el primer alcalde de Barcelona que se reúne con el Rey desde hace casi 20 años.

En cualquier caso, ya se sabe que la representación política no será plena.

ERC se pone un poco de perfil

Si no para rehacer la unidad independentista, Junts y ERC sí que están de acuerdo en que sus once concejales no acudirán al acto con la Reina Letizia.

Josep Rius, concejal por Junts, lo explica diciendo que no quieren formar parte de un nuevo episodio de “vasallaje a la Monarquía española”. De paso, Rius ha aprovechado la ocasión para disparar contra Illa.

“El modelo Collboni de españolización de Cataluña es el que Illa quiere aplicar a la Generalitat”, ha dicho a través de redes sociales:

Por su parte, ERC tampoco acudirá a los actos institucionales con la Reina, aunque no hacen excesiva publicidad de ello. Empezando por Elisenda Alamany, que guarda un prudente silencio.

El motivo fundamental es que los republicanos se encuentran en pleno proceso de repartirse parte del poder con el PSC tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat. Se trata, en definitiva, de otro ejemplo de juego a dos bandas de ERC, que tiene un importante trabajo de relato por delante.