El procesismo ya hace campaña por Kamala Harris

Kamala Harris es uno de los nombres del día de la actualidad informativa. Tras la renuncia de Joe Biden, la que ha sido su vicepresidenta se perfila como clara favorita a tomar su relevo como candidata a la presidencia a solo cuatro meses de las elecciones.

El globalismo se ha puesto las pilas para apoyar a la candidata demócrata en su objetivo de derrotar a Donald Trump en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.

En Cataluña no han tardado en aparecer las primeras adhesiones por parte del procesismo, que es por definición antitrumpista. Kamala Harris despierta además un gran entusiasmo por su condición de “mujer, negra y progresista”. Así la ha presentado Nació Digital, uno de los digitales más subvencionados por la Generalitat y correa de transmisión del hegemonismo ideológico en Cataluña.

“¿Está preparada la sociedad norteamericana para elegir a una Kamala Harris que es mujer, negra y progresista?”, se pregunta el digital. Y lo contrapone con su predecesor, Joe Bide, “un político veterano, blanco y de centro”. 

Otro digital procesista, Vilaweb, habla de Kamala Harris como “una mujer acostumbrada a romper barreras”. Su retórica coincide (curiosamente) con la de Najat Driouech, la diputada musulmana de ERC que también se ha mostrado entusiasmada. “Una mujer acostumbrada a romper barreras, que ahora podría ser la primera presidenta, adelante Kamala Harris”, ha tuiteado.

El Nacional destaca el pasado de Kamala Harris como fiscal y su “defensa de los derechos de las mujeres”. 

Su gran obstáculo no es ser mujer ni ser negra

En realidad, la condición de mujer y negra solo la ponen en valor sus partidarios, ya que aparentemente no será un factor decisivo en su elección. Si finalmente se confirma como candidata a la presidencia, tendrá retos mucho mayores como recoser el Partido Demócrata, que está haciendo aguas, y revertir las encuestas. Para hacerlo tendrá que superar su gran escollo, que no es ser mujer ni negra, sino su falta de carisma.

A diferencia de Michelle Obama, la figura de Kamala Harris nunca ha reunido suficiente consenso incluso dentro de los demócratas.

A diferencia de Michelle Obama, la figura de Kamala Harris nunca ha reunido suficiente consenso incluso dentro de los demócratas. Su tarea inmediata será reconstruir su imagen pública marcando perfil y ofreciendo una agenda pública que a día de hoy no se conoce. Pero además, tendrá que esforzarse en preparar su defensa contra los ataques de los republicanos, que se centrarán en su fiasco en la gestión de las fronteras.

Hay que recordar que Joe Biden la designó como responsable de frenar la crisis migratoria en la frontera de México, y eso le ha convertido en una figura incómoda. Los activistas le acusan de representar el doble rasero de la administración Biden, mientras que los republicanos la ven como responsable del desastre migratorio. Su candidatura se enfrenta a muchos problemas, aunque en Cataluña tiene ya unos cuantos fans.