ERC marca perfil en inmigración para dar la batalla ideológica a Junts
La izquierda y la derecha nacionalista compiten en temas como los impuestos y la seguridad
El auge de Aliança Catalana ha obligado a los partidos a cambiar o reforzar sus estrategias en temas como la inmigración. En el caso de Junts, hicieron claramente un giro a la derecha para disputar a Sílvia Orriols el espacio nacionalista conservador. El partido de Carles Puigdemont pasó de comprar el discurso buenista a pedir más controles migratorios y más dureza contra los delincuentes extranjeros.
ERC ha mantenido una posición prudente ante la entrada de Aliança Catalana en el Parlament, evitando entrar en el cuerpo a cuerpo con Sílvia Orriols. Solo el recrudecimiento de la lucha ideológica con Junts ha llevado a ERC a abandonar la prudencia para volver a la ofensiva.
Hay que recordar que durante el gobierno de Pere Aragonès, ERC fue el partido más desacomplejado en la defensa del modelo inmigracionista. Estos días hemos visto como Tània Verge y Joan Tardà volvían a reivindicar este modelo.
ERC pasa a la ofensiva con la inmigración
La exconsejera de Igualdad, Tània Verge, dijo en una entrevista que ERC también quiere las competencias en inmigración pero para garantizar derechos. Pidió el cierre de los centros de internamiento de extranjeros (CIE) y se opuso a la prohibición del velo en las escuelas. También reivindicó la inclusión en lugar de la integración, e insistió en el peligro de la extrema derecha.
Joan Tardà, miembro del Consejo Nacional de ERC, también ha hablado sobre inmigración en un artículo en La Vanguardia. Ha recordado que los inmigrantes hacen los trabajos más duros y que tienen los mismos problemas que hace dos décadas para regularizar su situación. El dirigente republicano pide que se les compense con un cómputo especial que les permita cobrar la jubilación.
También desde la tribuna del parlamento y en las comisiones parlamentarias, diputadas como Najat Driouech y Laia Cañigueral han insistido en esta estrategia. Igualmente Gabriel Rufián desde Madrid, nuevo campo de la batalla ideológica entre la izquierda y la derecha nacionalista.
Terreno pantanoso para Esquerra
Son dos ejemplos de como ERC vuelve al ruedo para disputar la batalla ideológica con Junts en el terreno de la inmigración. Los dos partidos han abandonado la batalla estéril por el espacio del independentismo. Su nueva competencia está en debate como los impuestos, la seguridad y la inmigración.
De todos modos, los republicanos saben que ahora mismo el debate sobre la inmigración es un terreno pantanoso. Si hace un año y medio era muy difícil hablar sobre este tema tabú, ahora se ha formado un cierto consenso en la sociedad catalana. Casi todos los partidos reconocen ya que hay un problema y que hay que abordarlo sin atajos ni complejos.
Para ERC resulta ahora más difícil mantener ciertas posiciones, pero también es la única forma de diferenciarse de Junts. Al mismo tiempo, le permite marcar perfil izquierdista ante el gobierno de Salvador Illa. Además, según la última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), Aliança Catalana crece a costa de Junts y no de ERC.
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