Montaje de fotos de primer plano de Pedro Sánchez, con rostro serio, y Alberto Núñez Feijóo, con rostro neutro
POLÍTICA

Empieza la campaña electoral más abierta y televisiva

La victoria del PP parece clara, pero la mayoría absoluta de la derecha no está confirmada

Esta madrugada ha empezado la campaña electoral para las elecciones generales del 23 de julio. Dos semanas donde lo partidos políticos van a intensificar sus mensajes y performances. Porque estamos delante de una de las elecciones más abiertas y más distintas de la historia reciente de España.

El 23 de julio pueden pasar muchas cosas. Algunas, como la victoria en votos y escaños del Partido Popular, ya las damos por sentadas. Otras, como la suma de la derecha para gobernar, parecen estar más abiertas. Tras varios años de sanchismo, la sensación de hartazgo parece generalizada, pero cosas más raras han pasado.

Estamos a en la campaña electoral que decidirá quién llega a la Moncloa, si Alberto Núñez Feijóo o Pedro Sánchez. No se engañen, Feijóo puede llegar a los 140 diputados y no gobernar. O lo mismo con otras palabras: Pedro Sánchez puede llegar a los 100 diputados y pactar con todo el mundo menos la derecha para mantener el poder. Con las concesiones que hagan falta, está claro.

El CIS cocinado de Tezanos ya dibujaba la estrategia de la izquierda. Dar la sensación que el PSOE puede disputar la victoria al PP, que hay remontada, mientras Sumar y sus colectivos "sociales" piden el voto por el miedo a Vox. Es la campaña de todos contra Santiago Abascal -menuda forma de hacerle un cordón sanitario, hablar cada día de él-.

Montaje de fotos de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, con los colores de sus partidos políticos de fondo

Menos mítines, más televisión

La campaña de este 23J trae también cambios significativos. Sea por el verano o por el poco tiempo de Pedro Sánchez, está serán las elecciones de la televisión. El tour del candidato del PSOE ya empezó hace semanas en varios programas y ayer mismo volvió a Mediaset. Sánchez necesita revulsivos y va con todo.

Pidió hasta seis debates con Feijóo porque resulta que un buen presidente no es alguien honrado y con sentido de Estado. Se ve que debe ser alguien que quede bien la televisión y parezca guapo, alto y moreno. Pedro Sánchez no estará durante casi la mitad de la campaña en España porque le toca la presidencia española de la UE. Su estrategia, pues, será dejar los mítines, nada de recorrer España para ir a los platós de televisión.

Pedro Sánchez se lo juega todo a una carta: convencer a la gente que debe volver a confiar en él a través de la pequeña pantalla. De otro lado, Alberto Núñez Feijóo, conocedor de su ventaja, opta por una campaña pausada, tranquila. El PP cree haber hecho los deberes durante 4 años. Es más, tras las continuas extravagancias del Gobierno de PSOE y Podemos, está convencido que la gente ya está harta.

Confiarse en política no siempre funciona. Alberto Núñez Feijóo también se la juega durante estos 15 días. El que pierda, sea Sánchez o Feijóo, no seguirá en política en los próximos años. Que espabilen.

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