Elecciones Cataluña: cómo van las encuestas a pocas semanas del 12 de mayo

Desde que se publican sondeos para las elecciones catalanas, la dinámica parece clara: Illa gana las elecciones, Junts y ERC luchan por el segundo puesto con más perspectivas para Junts y el constitucionalismo se reordena ante la desaparición de Ciudadanos. El PPC de Alejandro Fernández experimenta una enorme subida y Vox se mantiene con algunas posibles pérdidas.

Por otro lado, las encuestas más recientes señalan que los Comuns también se mantienen, que luchan por arañar un diputado más y que la CUP acusa el retroceso general del procesismo y pierde dos diputados, pasando de nueve a siete. En el llamado “cuarto espacio” independentista, también flota la incógnita de si Alhora o Aliança Catalana conseguirán entrar. La duda de si Sílvia Orriols entrará en el Parlament no se resolverá hasta el día de las elecciones. El partido lucha por obtener el 3% mínimo y, además, ella se presenta por Gerona, donde las perspectivas son menores que en Barcelona.

¿Sumará el procesismo?

Dada la fragmentación existente y la lejanía de las posturas, este baile de encuestas sugiere que todo estará al límite. El caso del independentismo tal vez sea el más claro. El sondeo de La Vanguardia del 24 de marzo ya apuntaba a que el procesismo no sumaba. Es cierto que por aquel entonces el expresidente Puigdemont no había confirmado su candidatura, pero, como se suele decir, el mercado lo daba por descontado.

Por esto, la encuesta que hizo Data10 para Okdiario una semana después volvía a señalar que el procesismo no sumaba. Ahora bien, no sumaba por la mínima. Y cuando la situación va al límite ninguna posibilidad se puede descartar. De hecho, un día antes, Crónica Global ofrecía otro sondeo de Electomanía que sí apuntaba - también por la mínima - a una suma suficiente del procesismo de Junts, ERC y la CUP.

Dejando al margen el estado de las relaciones entre los partidos ‘indepes’, si se toma al procesismo como un equipo se percibe que podría caer por el fallo de cualquiera de sus tres miembros. Un diputado arriba o abajo por parte de cualquiera de los tres puede ser determinante. Esta incertidumbre abre paso a la otra gran tendencia: un tripartito. Aunque el precedente del Ayuntamiento de Barcelona no ha sido bueno.

Aquí ofrecemos una tabla de elaboración propia que recoge la media de algunas de las encuestas más relevantes de las últimas semanas:

Tripartito, sociovergencia o la nada

La posibilidad de un tripartito se fundamenta precisamente en tres cosas: que Illa ganará y que no arrasará, que los Comuns se mantienen y que ERC se ve superada por Junts. Según la encuesta que publicó Okdiario, esta suma es aritméticamente posible dejando de lado nuevamente el factor político. En general, todas las encuestas que sitúan a ERC en tercera posición apuntan a la viabilidad de un tripartito.

Pero todas estas posibilidades presuponen los pactos y las estrategias políticas. Porque de la misma manera que es posible un tripartito, es posible una sociovergencia entre Illa y Puigdemont. Los números darían. Ahora bien, serían unos números insatisfactorios para ambas partes y que estarían muy teñidos con las necesidades políticas de Madrid.

En cualquier caso, nada está escrito y las encuestas pueden equivocarse por completo. Recordemos, por ejemplo, los pronósticos de las últimas elecciones generales, que daban por hecho que Sánchez se iba e incluso coqueteaban con la posibilidad de que el PP rozara la mayoría absoluta.

En el mismo sentido, en el caso catalán todavía está por ver si Orriols entra tan tímidamente como se pronostica y si ERC no sufre un descalabro histórico. Así mismo, las encuestas previas al anuncio del adelanto electoral - El Español y La Razón, por ejemplo - no veían tan claro que los Comuns y la CUP se fueran a mantener con tanta solidez como señalan los últimos sondeos.

Es decir, que es doblemente imposible hacer predicciones exactas. El procés tal vez sume, pero por la mínima. Y, si no lo hace, los condicionantes estratégicos de los partidos dejan un panorama ingobernable.