Una nueva encuesta deja a Salvador Illa en manos de ERC y Junts tras el 12-M
Los socialistas siguen liderando las encuestas pero con una mayoría insuficiente y el independentismo no suma
Las encuestas electorales publicadas hasta ahora arrojan un panorama incierto en Cataluña tras los comicios del 12 de mayo. El PSC sigue liderando las encuestas, pero con margen insuficiente para gobernar en solitario. El independentismo tampoco suma, y las opciones se reducen a unos pocos pactos por ahora difíciles de imaginar.
Según la encuesta de Data10 para OKDiario, el PSC ganaría las elecciones con el 26,7% de los votos, pero con 38 diputados quedaría lejos de la mayoría absoluta (68). Puigdemont le ganaría a Pere Aragonès la batalla por la hegemonía del independentismo. Junts lograría un 21,5% de los votos y 32 diputados, mientras que ERC se quedaría con un 20,1% y 29 diputados.
La CUP, con un 4,8% de los votos, sacaría 6 escaños, así que la suma de los tres partidos independentistas daría 67 escaños, a uno de la mayoría absoluta. El PSC podría gobernar con ERC y el apoyo de un tercer partido, como los Comunes, o con los 32 diputados de Junts. Si el barómetro va en el camino correcto, Salvador Illa estaría más que nunca en manos del independentismo para superar el bloqueo político.
La encuesta confirma la tendencia ascendente del PP de Alejandro Fernández, que pasaría de 3 a 14 diputados. Vox perdería dos diputados y empataría a 8 con los Comunes, que se quedarían con los mismos de la última legislatura. Ciutadans desaparecería del hemiciclo, mientras que las otras opciones (sin especificar) sumarían un 3,3% de los votos.
Las cartas encima de la mesa
Estos resultados coinciden con los primeros movimientos de los partidos catalanes para empezar a definir sus estrategias de pactos. El PSC abre el abanico a toda clase de acuerdos "para frenar a la extrema derecha", mientras que ERC no cierra las puertas del todo pero admite que "Salvador Illa es un impedimento". Por su lado, Puigdemont ha ofrecido a ERC una lista conjunta pero los republicanos lo han rechazado.
Algo se está moviendo también en la derecha, donde Alejandro Fernández tiende ahora la manos a Salvador Illa aunque con condiciones. El candidato popular afirma que solo le apoyará si rompe con el separatismo. Esto implica su ruptura en los ayuntamientos y diputaciones donde gobiernan juntos, y en el Gobierno de España.
Pese a la estrategia electoral que obliga a los partidos a rivalizar entre ellos, PSC, ERC y Junts se necesitan para mantener su reparto de poder en diferentes instancias. Además está la cuestión de la amnistía, que lleva a las tres formaciones a tener que rivalizar sin destruirse del todo. Por otro lado está la difícil situación del PSOE, atrapado en medio de la rivalidad entre ERC y Junts.
Una Cataluña ingobernable
Lo más preocupante es que no basta con la investidura sino que después hay que gobernar. Y contando con que el independentismo no sume, como apuntan las encuestas, cualquier otra opción parece difícil que dé a la política catalana la estabilidad que necesita. El PSC y Junts están demasiado lejos tanto en la cuestión nacional como en el modelo social, y un tripartito con ERC y Comunes reavivaría las desconfianzas que llevaron al anterior Govern al colapso.
Hay una tercera opción, aunque rocambolesca, y es que el PP y Vox se propusieran investir a Salvador Illa para aislar al procesismo. Aun así necesitarían sumar algunos escaños más, y además parece poco probable que Vox acceda a tal operación. Ante esto parece que solo hay dos caminos en Cataluña, o una investidura con un gobierno fallido, o repetición electoral.
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