Imagen de Jordi Turull en primer plano y Laura Borràs
POLÍTICA

La derrota de Jordi Turull

El sector más intransigente de Junts per Catalunya volverá a ser mayoría en el Congreso

Ir a Madrid con la intención de "bloquear las instituciones españolas. O lo que es lo mismo: optar por ser marginal y no tener ninguna influencia en la política española. Esta es la estrategia de Junts per Catalunya de cara las elecciones del próximo 23 de julio. Carles Puigdemont -guía y pastor- marca el camino y sus fieles lo recorren. Y, mientras, Jordi Turull se lo mira sin tener incidencia alguna.

Las listas electorales de las generales son siempre una señal de lo que sucede dentro de los partidos políticos. En Junts, el sector pragmático quiso disputar el liderazgo a Míriam Nogueras, máximo exponente del activismo, pero la candidatura de Jaume Giró duró horas. Aunque parezca imposible de creer, Carles Puigdemont manda ahora mismo aún más que hace tres años.

Laura Borràs -la enviada de Puigdemont en tierra catalana- y su sector no han hecho ninguna concesión al sector histórico convergente en las listas. Solo en tarragona Josep Maria Cruset representa esa manera antigua de hacer política convergente. Y si es cabeza de lista por esa demarcación es porque ganó unas primarias, no por designación divina de Waterloo.

Junto a Cruset y Nogueras habrá otros diputados como Pilar Calvo, Marta Madrenas o Eduard Pujol. En el Senado, el jefe de filas es Antoni Castellà, quizás la voz más radical -y eso que viene de Unió- dentro de Junts. De hecho, Castellà es el que propone este bloqueo, como si Junts fuera el centro del tablero político del Congreso de los Diputados.

Rull y Turull en un acto de Junts per Catalunya

Jordi Turull actor de piedra

Jordi Turull era visto por muchos cargos locales de Junts como la opción sensata para seguir siendo un partido de gobierno. De la vieja guardia convergente, Turull había forjado su currículum político a partir del poder y de la centralidad política. Su llegada a la secretaria general de Junts era una oportunidad de los moderados. 

Se especulaba que el sector pragmático, más político, iría copando espacios de poder dentro del partido. Pues nada de nada. Meses después de su cargo interno, la incidencia de Jordi Turull es casi nula. "Gracias" a su tarea Junts ya no está en el Govern, ha perdido las diputaciones de Lleida y Girona y va camino de perder la de Barcelona.

Turull es una extensión de Laura Borràs y Carles Puigdemont. Seguramente porque es el único modo de mantener su posición, pero ya hay muchos dentro de Junts que quieren romper con él. De momento tiene la patata caliente de la Diputació de Barcelona, donde dos diputados provinciales podrían romper la disciplina de voto y pactar con el PSC. Pase lo que pase, Jordi Turull ya ha perdido.

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