La CUP insiste en el racismo de los Mossos en las detenciones y pide un informe

La sospecha que CUP y Comuns ponen sobre la mesa es que los agentes de Mossos hacen un triaje racista en las detenciones e identificaciones. Es decir, que van a por ciertos perfiles raciales. Con la poca simpatía que estas formaciones tienen por las autoridades policiales, estas polémicas son habituales.

Y ahora la CUP y Comuns han forzado al director general de Mossos, Josep Lluís Trapero, a redactar un informe sobre esta cuestión. En la pasada comisión de Interior del día 20, Trapero negó todas estas insinuaciones y señalamientos. "El cuerpo no tiene ningún sesgo en el tema racial. No lo tiene ni en las identificaciones ni en las detenciones, ni en el comportamiento, ni en nada porque el cuerpo es una policía democrática", dijo Trapero.

De hecho, el director de la policía aludió a un informe que él mismo ordenó cuando dirigía la División de Evaluación y Servicios. En su exposición, Trapero explicó que la policía es consciente que el momento en el que hay mayor posibilidad de arbitrariedad es durante la detención. Ahora bien, negó que hubiera desviaciones racistas incluso en las detenciones o cuando los presuntos criminales están en comisaría.

Un nuevo informe

Pero la CUP no acaba de mostrarse muy convencida y ha pedido una copia del informe para ser discutido en el Parlament. Antes de esto, la prensa también pidió el informe, pero Interior se negó, aduciendo que es un “documento de trabajo interno”. En cualquier caso, Comuns y CUP también han pedido un nuevo informe sobre el triaje racista en las identificaciones.

En la misma comisión, también intervino la número dos del cuerpo de Mossos, la comisaria Alícia Moriana. En su intervención, la comisaria Moriana negó de manera tajante cualquier predisposición racista entre el cuerpo de policía y alegó que la trazabilidad que se hace de las detenciones es máxima. "Tenemos conocimiento de todas las detenciones que se realizan y el motivo por el cual se han hecho", concluyó la comisaria.

Hace dos meses, la CUP ya dijo que el nuevo plan de los Mossos para luchar contra el auge de armas blancas era “racista”. Los argumentos que plantearon fueron los mismos que ahora: que los agentes de Mossos se guían por el perfil racial para hacer detenciones e identificaciones.