Primer plano de Ada Colau mirando fíjamente a cámera y sonriendo ligeramente
POLÍTICA

Cuando la izquierda te dice lo que tienes que pensar

Lo que venden los políticos y los medios progres no coincide con las encuestas

E-Notícies reveló ayer en exclusiva los entresijos de la situación que ha llevado a Madrid a arrebatar la Fórmula 1 a Cataluña. En el trasfondo está el rechazo de la izquierda, con Ada Colau como directora de orquesta, y la inestabilidad política de los años del Procés. Esto aceleró un proceso de degradación en las relaciones con la organización de la F1.

La posibilidad de perder definitivamente la Fórmula 1 ha puesto de los nervios al Govern y al Ayuntamiento de Barcelona. Pere Aragonès y Salvador Illa unen esfuerzos para tratar de salvar la situación, y Jaume Collboni se ofrece a aumentar la inversión. Pero parecen haber llegado demasiado tarde.

Muchos factores han contribuido a ello, pero no hay que subestimar la campaña en contra de políticos, instituciones y medios de la izquierda. Se ha convertido en una costumbre, oponerse a cualquier proyecto ambicioso se llame Fórmula 1, Copa América o Hard Rock Café. Lo curioso es que muchas veces la opinión de la gente contrasta mucho con el relato que vende el ecosistema progre en Cataluña.

Los catalanes, a favor de la F1 y la Copa América de vela

Corremos el riesgo de dejarnos llevar por la percepción de que lo que dice la clase política y los medios en Cataluña coincide con la realidad. Especialmente en el caso de la izquierda, se han adueñado del relato para crear un clima de opinión. La sobrerrepresentación de sus posiciones acaba generando una corriente favorable que ejerce una presión sobre la gente para inducirles a pensar de una cierta forma.

Es lo que ha pasado en este caso. Según un sondeo del Centro de Estudios de Opinión del pasado mes de octubre, más de dos tercios de los catalanes quieren la Fórmula 1 en Barcelona. El 40% está muy a favor de su continuidad, mientras que el 28% está a favor, aunque de una fórmula más moderada.

Lo más llamativo es que, pese a la campaña de la izquierda contra la F1, solo un 6% de los catalanes se muestran contrarios. Pasa lo mismo con la Copa América de vela y la Vuelta Ciclista, que solo genera rechazo en un 10% de los catalanes, y el premio de MotoGP, con un 6% de contrarios. ¿Por qué se impone entonces un relato que no coincide con la realidad? 

La izquierda secuestra el relato

La izquierda secuestra el relato y algunas veces consigue imponerlo, pero otras encuentra importantes resistencias. El caso de la Fórmula 1 demuestra que al final los ciudadanos piensan por sí mismos, sin dejarse llevar por la corriente. Sucede lo mismo con la polémica del empadronamiento, surgida los últimos días.

La polémica la genera El Periódico, medio subvencionado por el Govern, y luego se apunta el propio Govern y el entramado mediático e institucional afín. En las redes sociales, sin embargo, hay un clamor a favor de la alcaldesa de Ripoll. Una demostración más de que los cordones sanitarios, políticos y mediáticos, ya no funcionan.

Es un fenómeno global, pero en Cataluña se está viendo especialmente esta distancia cada vez mayor entre lo que dicta el poder y lo que piensa la gente. La imposición de un relato por parte del poder acaba provocando el efecto contrario. Es una lástima que a veces se imponga el relato de una minoría, y no se escuche la opinión de la gente.

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