Críticas a The Tyets por hacerse una foto con Xavier García Albiol

El grupo musical The Tyets, también conocido como Els Tiets, se encuentra en el centro de la polémica en redes sociales. La controversia comenzó cuando circuló una fotografía en la que los dos integrantes del grupo posaban al lado de Xavier García Albiol. Esta imagen ha causado una gran indignación en el ecosistema del nacionalismo catalán, que no ha dudado en cargar duramente contra los músicos.

“Dejaré de escuchar su música, lo siento, tengo principios”, “Siempre han sido incapaces de hacer canciones que no sean banales y mediocres, pero esta fotografía es reírse en la cara de toda la clase trabajadora”. “Es para cagarse en su boca abierta”, “Boicot a The Tyets”, son solo algunos de los comentarios que se pueden leer en las redes sociales:

Aunque este tipo de desprecio y acoso público ha perdido algo de fuerza en comparación con los últimos años del procesismo, sigue siendo un fenómeno frecuente. En este sentido, el acoso dentro de las universidades a voces unionistas, por ejemplo, sigue siendo bastante fuerte. Además, la simbología y los eventos relacionados con España siguen cayendo mal entre los independentistas, como lo demostró la instalación de una pantalla gigante por parte de Collboni en Barcelona para seguir la Eurocopa, lo que también fue muy criticado.

El fenómeno Albiol

Por otro lado, es interesante destacar que Xavier García Albiol ha conseguido una mayoría absoluta en Badalona. Esto logro solo es posible si también ha recibido el apoyo de votantes y simpatizantes del nacionalismo catalán. La clave para entender esta aparente contradicción radica en que Albiol ha enfrentado de forma directa varios problemas clave de la ciudad, como la inseguridad o las okupaciones, cuestiones que han calado hondo entre los ciudadanos de Badalona.

De hecho, Albiol ha alcanzado su mayoría absoluta de manera progresiva. Y es que, a pesar de haber ganado varias elecciones municipales, tuvo que esperar para obtener la absoluta y poder gobernar. Este proceso pone de manifiesto el creciente divorcio entre votantes y partidos políticos, una realidad que, en el ámbito de la política municipal, resulta cada vez más difícil de sostener a largo plazo.