Muntatge de Miquel Buch a l'entrada del TSJC i de Lluís Escolà

POLÍTICA

Condenado por bocazas

El escolta de Pugidemont alardeaba en las redes de sus viajes con el expresidente

La reciente sentencia contra Miquel Buch deja no solo en mal lugar al exconsejero de Interior sino también a los Mossos d’Esquadra porque ha sido condenado un sargento del cuerpo. En efecto, la Audiencia de Barcelona condenó el pasado jueves por prevaricación y malversación de caudales públicos.

El consejero a cuatro años y medio de prisión y a 20 de inhabilitación por prevaricación. Buch fue titular de Interior -con mando sobre 17.000 agentes- entre 2018 y el 2020 cuando lo cesó Torra tres semanas antes de ser inhabilitado por el Supremo. 
El jefe policial a cuatro años de cárcel e inhabilitación de diez años. Ambos, además, deberán devolver a la Generalitat más de 52.000 euros.

La sentencia recoge como el sargento Lluís Escola ayudó a huir a Puigdemont. También como Buch, le nombró luego asesor de seguridad para mantener la “cobertura”. “En la noche del 29 de octubre -relata-, organizaron un dispositivo clandestino que les permitió escoltar y trasladar”, al expresidente.

Montaje con un primer plano de Miquel Buch con el pulgar arriba y un cartel de apoyo a Carles Puigdemont

El texto recuerda que Puigdemont “abandonó de manera precipitada” el territorio “con el auxilio y colaboración” del sargento de los Mossos “con el que mantenía una estrecha relación y afinidad, no solo profesional sino personal”.

Los jueces recuerdan que era el jefe del operativo “encargado de la coordinación y planificación de su seguridad”. Lo hizo “sin comunicar dicha circunstancia sus superiores jerárquicos y tras recabar el auxilio de otros funcionarios del mismo cuerpo policial”.

De hecho, ello “le granjeó la apertura de un expediente disciplinario”. Como medida cautelar, se la trasladó provisionalmente “a la Comisaría de los Mossos d’Esquadra de Martorell”. Aunque no se llegó a incorporar al “disfrutar de permisos, vacaciones y baja laboral”

La sentencia recuerda también que la Audiencia Nacional ordenó la búsqueda y captura de Puigdemont el 3 de noviembre del 2017. El 29 de mayo de 2018, tras la elección de Quim Torra, este nombró a Miquel Buch consejero de Interior.

Primer plano del político catalán Miquel Buch

Los cargos eventuales de Miquel Buch

Buch designó entonces hasta ocho cargos eventuales: jefe de gabinete, jefe dela oficina de la secretaría, jefe de relaciones institucionales, jefe de la oficina de protocolo y jefe de la oficina de comunicación. También una asesora en materia de seguridad pública, un adjunto al jefe de gabinete y un coordinador de relaciones del Departament con la administración local.

Puigdemont, a pesar de estar huido, pidió el 22 de junio del 2018 acogerse a las prerrogativas que la Generalitat da por ley a los expresidentes. El director general de los Mossos tramitó la petición al Ministerio del Interior

“No obstante, sin esperar la anterior respuesta, ante la negativa previsibilidad de la autorización”, Buch decidió crear una novena plaza de asesor “en materia de sistemas de seguridad” y nombró a Lluís Escolà para el cargo el 25 de julio el 2018

“Conscientes, ambos, de que dicho nombramiento no tenía por objeto real, sino dar cobertura remuneratoria a la función de protección personal y de seguridad” al expresidente.

El sargento, sin embargo, pecó de falta de discreción. La propia sentencia explica que “hacía alarde en sus redes sociales quien, con conocimiento y aquiescencia, de Miquel Buch, efectuó múltiples desplazamientos”. Lo hizo con el fin de proporcionar “seguridad y protección a quien había ostentado el cargo de presidente de la Generalitat”. 

Escolà, en efecto, dejó rastro en Twitter de “los múltiples actos en los que participó, en varias ciudades y países”. En estos casos primero se desplazaba a Waterloo y pernoctaba en la residencia de Puigdemont y luego le acompañaba en sus conferencias y actos internacionales.