Un hombre con barba y traje oscuro frente a un fondo desenfocado de colores amarillos.
POLÍTICA

La colocación de cargos de ERC en la Diputación desarman el relato de Oriol Junqueras

La idea de un partido intransigente choca con el reparto de poder con los socialistas en las instituciones

Oriol Junqueras volvió a la presidencia de ERC con la promesa de abrir una nueva etapa en el partido. Su primera decisión fue dar portazo a los presupuestos de Salvador Illa, y pedir al PSC más garantías sobre el cumplimiento de los acuerdos. Todo formaba parte de un relato que presentaba a ERC como la nueva esperanza del independentismo.

Su intención era desactivar las acusaciones de que ERC es un partido sumiso al PSOE y el PSC, que ha traicionado a sus bases por un puñado de cargos. Frente a eso, Junqueras vendió una nueva Esquerra a la que no le temblarían las piernas a la hora de retirar su apoyo a Illa. El problema es que la realidad contradice su relato.

Hombre con barba hablando y gesticulando con la mano frente a un fondo azul.

Según se ha conocido, ERC ha colocado a dos de sus altos cargos como asesores de la Diputación de Barcelona. Se trata del vicesecretario general de comunicación, Isaac Albert, y la vicesecretaria general de políticas sectoriales, Norma Pujol.

Con estos son ya siete los altos cargos de ERC enchufados como asesores en la Diputación. Entre ellos el exdirector de comunicación, Tolo Moya, salpicado por los carteles del alzheimer. La colonización de altos cargos tiene que ver con la necesidad de sacar tajada de las instituciones, ya que los cargos orgánicos no están remunerados.

El PSC sabe que tiene a ERC atada

La colocación de miembros de la ejecutiva de ERC en la Diputación de Barcelona forma parte del acuerdo alcanzado con PSC y Comuns. ERC entró en el gobierno de la Diputación en julio de 2023, a cambio de cuatro áreas ejecutivas y dos vicepresencias. Ha sido justo en estas áreas donde los dirigentes de Esquerra han sido contratados como asesores.

Esto ha permitido a ERC compensar la pérdida de cargos institucionales tras la pérdida del gobierno de la Generalitat. Incluso se dijo que Junqueras había maniobrado para que Illa mantuviera a cargos de ERC en el Govern, algo que él desmintió. Pero la incorporación de nuevos dirigentes a la Diputación revela la necesidad de los republicanos de seguir tocando poder.

Esto desautoriza el relato de la intransigencia que ha querido vender Oriol Junqueras. Con la Diputación controlada por el PSC plagada de altos cargos de ERC se hace difícil pensar que los republicanos vayan a romper con Illa. O lo que es lo mismo, el PSC sabe que ERC no va a romper el acuerdo de gobierno porque tiene mucho que perder y poco que ganar.

A Oriol Junqueras se le agota el crédito

Todo esto resta credibilidad a la idea de que ERC pueda condicionar seriamente el gobierno socialista en Cataluña. El reparto de poder en la Diputación permite a ERC y Comuns capear sus respectivas crisis a la espera de tiempos mejores. Pero sobre todo, en el caso de ERC, resta credibilidad a su proyecto de cara a sus propias bases independentistas.

Dos hombres conversando en un entorno formal con personas al fondo.

El premio no es menor, porque los asesores de la Diputación de Barcelona percibe sueldos anuales de hasta 87.000 euros. Permite además retener poder territorial, que significa poder de influencia. El ejemplo de Junts demuestra los costes internos que tiene perder ese poder.

Mientras Junqueras maniobra para mantener cargos y prebendas en las instituciones, se esfuerza en vender un relato cada vez más inverosímil. El fiasco del traspaso de Rodalies y la financiación singular han aumentado su descrédito. Algo que intentan compensar vendiendo ilusión con el referéndum y un nuevo tres de octubre.

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