El día que Clara Ponsatí enterró el procés

El procesismo catalán es la estrategia consistente en dilatar indefinidamente la culminación de la independencia de Cataluña. Se lleva a cabo mediante distracciones que desvían el objetivo real, para consolidar así el modus vivendi de la élite procesista. El engaño y las falsas expectativas son, pues, la gasolina del procés.

Nunca hasta ahora un líder procesista lo había expresado con tanta contundencia como lo hizo ayer Clara Ponsatí. La exconsejera de Educación enterró ayer el procés con una dura crítica a la estrategia del exilio trazada durante todos estos años por Carles Puigdemont. Y lo hizo justo al lado del atónito expresident.

Ponsatí entierra el procés

Puigdemont y Comín afirmaron que la sentencia del TGUE que les quita la inmunidad no es el final, “sino justo lo contrario”. En cambio, Ponsatí se desmarcó de su línea y habló categóricamente de “final de etapa”.

No es la primera vez que la exconsejera fugada se muestra crítica con sus compañeros de viaje. Pero lo de ayer marca un antes y un después y abre una grieta importante en el núcleo de Waterloo, tocado de muerte por la sentencia judicial. De hecho, pesos pesados de su partido se han apresurado a criticar sus palabras.

Ponsatí ha cargado contra “la especulación recurrente de que las sentencias europeas llevarían al regreso del president Puigdemont”. Criticó las “falsas expectativas” generadas y pidió acabar con “este constante escurrir el bulto”. “Hay que dejar de alimentar falsas ilusiones de que con las tácticas judiciales conseguiremos la libertad”, dijo.

Alimenta el descontento

Las palabras de Ponsatí son un obús a la línea de flotación de la estrategia del exilio bastida por Junts y el Consell de la República. Su crítica alimenta la hostilidad de un sector hastiado del independentismo contra los partidos procesistas. Entre ellos Junts, uno de los grandes perjudicados por la amenaza abstencionista indepe del 23-J.

De hecho, el ataque de Ponsatí va más allá de la campaña abstencionista y amenaza con ampliar la grieta entre las bases y las élites del procés. Puigdemont cada vez tiene menos influencia y todo su tinglado alrededor del Consell de la República se está viniendo abajo. La decisión del TGUE y la crítica de Ponsatí no son más que la puntilla .

Puigdemont y Llach reaccionan

Ante este temor, Carles Puigdemont ha reaccionado airadamente recordando a Ponsatí que “es eurodiputada gracias a la estrategia que critica”. Lo ha dicho esta mañana en RAC1, donde ha criticado a Ponsatí “por el tono, el fondo y la forma”. Además, se ha reafirmado en su estrategia, que “con aciertos y errores ha seguido adelante”.

Desde el Consell de la República, Lluís Llach ha cargado también contra las declaraciones de Ponsatí. Según ha dicho, los exiliados nunca han generado esas falsas expectativas. “Solo intentaron abrir desde el exilio todas las ventanas de libertad colectivas legales e internacionales”.