Montaje de fotos de primer plano de Carles Puigdemont sonriente y Pedro Sánchez con cara de preocupación
POLÍTICA

Carles Puigdemont ya juega con Pedro Sánchez

Junts evita mostrar sus cartas para la constitución del Congreso e irrita al PSOE

La legislatura no ha empezado formalmente y Pedro Sánchez ya ha podido comprobar que será muy difícil gobernar si depende de los votos de Carles Puigdemont. El líder de Junts per Catalunya es un experto en tomar la decisión menos esperada y los nervios se van apoderando en el PSOE a horas de abrir las Cortes. Los socialistas han movido ficha apostando por Francina Armengol para presidir el Congreso, pero nadie de Junts ha reaccionado, en un total hermetismo.

Nadie sabe qué puede suceder en la votación del jueves para la Mesa del Congreso de los Diputados. Junts per Catalunya decidirá su hoja de ruta minutos antes de la sesión constitutiva, de modo que la presión en Ferraz es máxima. Si la legislatura empieza con la presidencia del Congreso para el PP, parece evidente que tendrá poco recorrido. Si finalmente es Francina Armengol la nueva presidenta, Junts se acercará a Sánchez, pero habrá constatado que el líder del PSOE es más frágil que nunca.

Sólo Carles Puigdemont ha manifestado en un tuit que no le basta el nombre de Armengol. Desde Junts tienen claro que quieren apretar a Sánchez, hacerle sudar y ya piden "nuevos gestos" sin determinar demasiado bien a qué se refieren:

Hay que recordar que Francina Armengol solo será presidenta si Junts per Catalunya vota a favor. La suma del PSOE, Sumar, ERC, PNV, Bildu y BNG es de 171 diputados, mientras que el PP, Vox, CC y UPN suman 172.  Si el PSOE no consigue la mayoría absoluta en primera ronda, habrá una segunda donde la presidencia del Congreso se escoge por mayoría simple. Carles Puigdemont, pues, se convierte en aliado imprescindible para Pedro Sánchez, que espera impaciente noticias de Waterloo.

Primer plano de Pedro Sánchez con cara de preocupación y primer plano medio de Carles Puigdemont riendo. De fondo, una foto de la Mesa del Congreso de los Diputados

Más allá de la presidencia del Congreso: una legislatura imposible

Si uno amplía su mirada se da cuenta de que nadie en su sano juicio puede buscar la estabilidad con Carles Puigdemont. Si el PSOE sabrá minutos antes quién manda en la Mesa del Congreso, imagínense lo que puede hacer el líder de Junts durante la legislatura. Cada votación, proyecto de ley sería un suplicio para Pedro Sánchez probando de convencer a Puigdemont para conseguir su apoyo.

La votación de este jueves es una anécdota -entre todas las comillas del mundo-. Carles Puigdemont ha decidido que quiere jugar con Sánchez y los socialistas y se puede pasar cuatro años así. Las generales fueron hace ya casi un mes y en todo este tiempo las izquierdas han sido incapaces de acordar ni siquiera la mesa del Congreso. ¿Cómo puede uno pensar que puede haber un Gobierno estable y cohesionado?

Carles Puigdemont entiende la política como algo particular más allá del interés general. Lo demostró forzando la salida de Junts del Govern de la Generalitat y apostando por la confrontación en todas las instituciones. Ahora el PSOE le brinda la oportunidad de ser decisivo en el Congreso durante toda una legislatura. Puigdemont ya escogido jugar con Pedro Sánchez. Solo hace falta ver si los socialistas se van a dejar durante mucho tiempo.

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