Europa Press, E-Noticies Los votantes indepes mandan un serio aviso a Junts y ERC
Una encuesta muestra la preferencia de las bases sobre la batalla en el Congreso
La formación de la Mesa del Congreso, mañana jueves, marcará el inicio de la legislatura y la primera batalla para llegar a la Moncloa. PSOE y PP siguen explorando las alianzas para asegurarse la mayoría de este órgano clave. De momento hay un empate técnico, y todo dependerá de la decisión de los independentistas catalanes.
ERC ha endurecido su posición estos últimos días, aunque es probable que finalmente den su brazo a torcer. Lo de Junts, en cambio, sigue siendo una incógnita. El partido de Carles Puigdemont mantiene el silencio y no desvelarán su voto hasta minutos antes de la sesión.
Lo que está claro es que el escenario postelectoral ha resucitado las fuerzas dormidas del procesismo en Cataluña. Más allá de las direcciones de los partidos, en las bases cunde la sensación de que es una oportunidad histórica. Una encuesta en una de las principales cabeceras del procesismo muestra algo significativo.
Se impone la tesis del bloqueo
Una encuesta en el medio Nació Digital pregunta a sus lectores si ERC y Junts deben facilitar la presidencia del Congreso al PSOE. Un 61% de los que han votado optan por mantener el bloqueo, mientras que el 39% sí son partidarios de ceder.
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Una mayoría de votantes independentistas considera que el bloqueo a la gobernabilidad de España es positiva. Este sector pide a las cúpulas de los partidos procesistas que mantengan el pulso si el PSOE no cede en sus exigencias. La amnistía y el referéndum siguen siendo los puntos innegociables para los más radicales.
También hay un sector del independentismo, más minoritario al parecer, que considera que ir a nuevas elecciones es perder una oportunidad de oro. En esta línea, piensan que hay que tensar la cuerda al máximo pero sin romperla. Esto permitiría concesiones históricas del Estado al movimiento independentista.
La batalla ERC-Junts
Esquerra tiene una posición difícil. Por un lado quiere dar continuidad a la alianza con las izquierdas en Madrid, pero por otro necesita marcar un perfil duro frente a su competidor, Junts. Los dirigentes republicanos han mandado mensajes de advertencia al PSOE en las últimas horas, aunque parece improbable que vayan a bloquear la mayoría progresista en el Congreso de los Diputados.
La situación es también peliaguda para Junts. Puigdemont se encuentra presionado por el sector moderado, que pide ampliar el margen de negociación, y el sector radical, enrocado en el bloqueo político. En Waterloo son conscientes de que la decisión que tomen marcará el futuro del independentismo y de su propio partido.
Objetivo, la Moncloa
Mientras, los dos grandes partidos españoles siguen apurando sus opciones. El bloque de la derecha (PP, Vox y UPN) suma 171 diputados, que podrían ser 172 si consigue los votos de Coalición Canaria. Seguiría necesitando cinco, y Feijóo explora ahora un pacto in extremis con el PNV, aunque parece complicado.
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El bloque de la izquierda (PSOE, Sumar, ERC, Bildu y BNG) sumaría 171 escaños si consigue el apoyo del PNV. Sigue necesitando los siete diputados de Junts para arrebatarle la mayoría al bloque conservador. En Ferraz están convencidos de que los juntaires crecerán en el último momento.
Quien se haga con la mayoría del Congreso tendrá una ventaja evidente para intentar formar gobierno. Además, si finalmente Pedro Sánchez consigue ser investido, la Mesa del Congreso será un órgano clave. Desde allí se pueden facilitar procesos legislativos como el de la amnistía.
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