Barcelona, pendiente del nuevo Gobierno de España
Habrá movimientos importantes en función de lo que suceda en Madrid
Empieza la partida de ajedrez tras las elecciones generales de domingo. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz quieren convencer a Carles Puigdemont para volver a formar Gobierno y de la respuesta de Junts dependerá ir otra vez a elecciones o no. No será un juego rápido, llega agosto y todo irá mucho más lento de lo normal. El día 17 se constituirán las Cortes Generales y el 22 los grupos parlamentarios, mientras que la Sesión de Investidura ya será tras el inicio del curso escolar.
Prepárense, pues, para una novela de misterio larga, densa. Con actores principales, pero también otros de secundarios esperando qué sucede para mover también ficha. Sobre todo en Cataluña, donde la política municipal y autonómica estará muy supeditada a lo que suceda en el Congreso. Ironías de la vida, los partidos procesistas jugarán sus cartas en Cataluña en función de lo que suceda en Madrid.
Quién también está a la espera son los principales líderes del Ayuntamiento de Barcelona. El alcalde Jaume Collboni ha empezado una ronda de contactos justo después de las generales, curiosa coincidencia. Con tan solo diez concejales de 41, busca quién quiere entrar a gobernar con él y todas las miradas apuntan a los Comuns. El principal problema, pero, sería el encaje de Ada Colau, alcaldesa durante ocho años y mancada de un perfil discreto para ser actriz secundaria en el gobierno municipal.
¿Ada Colau, ministra?
La solución parece a la vuelta de la esquina. Si se confirmara un Gobierno de PSOE y Sumar, Ada Colau tiene todos los décimos del sorteo para ser ministra. Íntima de Yolanda Díaz, Colau representa el único sitio donde Sumar no ha perdido votos ni escaños. Sería además una salida digna para la exalcaldesa y justificaría que siga de momento en el ayuntamiento sin mover ficha.
Par Jaume Collboni el viaje de Colau hacía Madrid sería también un alivio. La entrada de los Comuns en el gobierno municipal sería automática y, aún sin mayoría absoluta, ganaría músculo. Además volvería el equilibrio de fuerzas entre Madrid, Barcelona y la Generalitat, de modo que tendría ERC de cara para aprobar presupuestos.
El principal problema, pero, es el encaje de Junts. Para que la jugada sea redonda, Carles Puigdemont debe facilitar la investidura de Sánchez. Xavier Trias ya ha descartado que Barcelona sea moneda de cambio, pero le ha pedido a Collboni que defina a quién quiere de socio prioritario. Junts no puede entrar a gobernar con un Collboni de alcalde, es evidente. Pero podría darle apoyo externo -sumarían mayoría absoluta- si el PSC 'pasa' de los Comuns.
Es un escenario también a tener en cuenta, porque el PSC tendría contento a Junts, Colau se podría ir igualmente de ministra y ERC solo quiere mantener la Generalitat. El caso es que Barcelona está a la espera de lo que pase en Madrid. Y no solo eso, sino que todo está preparado para moverse rápidamente.
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