Ayuntamientos estallan contra Pere Aragonès por su última ocurrencia sobre la sequía
Consideran que la idea del Govern de las piscinas como refugios climáticos es ‘demencial’
Los alcaldes catalanes ven con claridad que la última propuesta del Govern de ERC para luchar contra la sequía es puro electoralismo. Aragonès ha propuesto que se puedan llenar piscinas con agua de boca si son refugios climáticos. Es decir, que las diferentes piscinas de un municipio - hoteles, campings, particulares, comunidades, etc - podrán transmitirle al ayuntamiento que su piscina es candidata a refugio climático durante el verano.
Lo que indigna a los alcaldes es la endiablada y desconocida logística de esta medida. Y es que, además de que serán ellos los responsables, no saben cómo se debe gestionar la entrada y salida de usuarios, el socorrista, el resto de restricciones de agua, etc. Explican que desde el Govern no han dado ninguna indicación precisa.
Restricciones y piscinas a la vez
El presidente Aragonès ha tenido suerte con la sequía. De no ser por las lluvias y el adelanto de las elecciones se habría convertido en un problema de primer orden. Es una de esas cosas que desangran al partido que está en el Govern por el hecho de estar en el Govern. Pero este golpe de suerte no parece suficiente para remontar la campaña.
Los sondeos internos deben ser lo suficientemente preocupantes como para que los republicanos quieran enseñar su cara más amable, es decir, la cara populista. O es así como califican los alcaldes la última ocurrencia del Govern con las piscinas. A consultas de Crónica Global, hablan de esta propuesta como “demencial” y destinada a “quedar bien”.
El decreto - que se votará cuando empiece oficialmente la campaña - no recoge medidas de seguridad y, en general, ningún criterio. Como ha sido habitual desde el principio de la sequía, el Govern pasa la responsabilidad a los ayuntamientos. En este sentido, así se expresaba el presidente de la Federación de Municipios, Eduard Rivas, en el ‘Café de Ideas’:
Es decir, al mismo tiempo que los municipios deben vigilarse a sí mismos para no incumplir las restricciones y recibir la correspondiente multa, deben también gestionar que las piscinas puedan ser refugios climáticos.
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