Imagen de parte de la fachada de la prision Brians 2 con las letras de Centre Penitenciari Brians 2
POLÍTICA

Así retuercen los datos para venderte que el sistema penitenciario catalán es un éxito

Trabajadores de prisiones en Cataluña desvelan las trampas que se utilizan para tergiversar la triste realidad

El modelo penitenciario catalán sigue cuestionado. El aumento drástico de agresiones de reclusos a trabajadores y el asesinato de la cocinera de la cárcel de Mas d’Enric, Núria López, a manos de un preso han puesto, desde hace meses, el sistema penitenciario catalán en el ojo del huracán.

Los funcionarios de prisiones que exigen no tener que jugarse la vida por el hecho de ir a trabajar. Y partidos, periodistas y sociedad que les han apoyado han sido tachados por el establishment buenista catalán de “reaccionarios” y de “extrema derecha”. El señalamiento vino, sobre todo, por parte del anterior Govern de la Generalitat de ERC. Pero también de otros sospechosos habituales como la CUP, los Comuns y entidades que dicen defender los derechos humanos. El de los delincuentes, claro, no el de los trabajadores de las cárceles que se juegan la vida.

Imagen de las protestas por el asesinato de Núria

“La tasa de reincidencia penitenciaria ha bajado al 21% en 2020. Un dato que avala el modelo de ejecución penal catalán”, decía hace unos meses la ya exconsejera de Justicia, Gemma Ubasart. “De las personas que están en la cárcel, solo el 20% cuando salen reinciden. En Francia es del 40%. Debemos estar haciendo bien las cosas aquí”, decía también Joan Ignasi Elena, exconsejero del Interior. Un relato que también compraban Laura Vilagrà, exvicepresidenta del Govern, dirigentes de la CUP, Pablo Iglesias…

Pero, ¿qué tiene de cierto este relato? Pues que, básicamente, estamos hablando de unos datos tergiversados para favorecer el discurso buenista de las izquierdas. Trabajadores de las cárceles catalanas, agrupados en la asociación Marea Blava, denunciaron hace ya un tiempo las trampas que utiliza el buenismo en Cataluña para hacerte creer que el modelo penitenciario catalán es un éxito (cuando realmente no es tal y como lo pintan).

Tergiversan datos para engañar a la población

Este “20% de reincidencia” del que alardean ciertos líderes políticos de izquierdas surge de un estudio de 2015. Un estudio hizo el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada de la Generalitat. Sin embargo, estos líderes políticos utilizan los datos a su conveniencia para reforzar su relato. Estas son las trampas que hacen para intentar engañar a la población respecto a la reincidencia y al supuesto modelo de éxito del sistema penitenciario catalán:

1- Un estudio de solo 5 años

“Ocho de cada diez personas que salen de las cárceles catalanas no vuelven a entrar nunca más, nunca más”. Esta es una frase que dijo Pablo Iglesias en TV3 para defender el sistema penitenciario catalán. Una frase que, ahora que Pedro Sánchez lo ha puesto de moda, podríamos definir como ‘bulo’ o ‘fake news’. Básicamente porque es falso.

Imagen del centro penitenciario Brians 1

El estudio al que hacen referencia es del año 2015. Y calculó cuántos de los presos liberados ese año volvieron a entrar en la cárcel en un periodo de cinco años, hasta el 2020. Por lo tanto, y esto es solo el principio, estamos hablando de un 20% de reincidencia penitenciaria solamente en un plazo de cinco años. Es decir, si un preso que salió de la cárcel en 2015 hubiese entrado de nuevo en 2021, ya no se contabilizaría.

2- La trampa de hablar de reincidencia penitenciaria

Otro engaño es que cuando hablan de reincidencia, se refieren a la reincidencia penitenciaria. Es decir, que vuelven a entrar en la cárcel. De este modo, no cuentan ni la reincidencia judicial (expresos que vuelven a estar condenados, pero que todavía no han ingresado de nuevo en prisión o que tienen causas judiciales abiertas). Ni la reincidencia policial (expresos que han sido detenidos). ¿Por qué los obvian? 

Entrada del Centre Penitenciari Quatre Camins con una bandera catalana ondeando en un mástil y un edificio de fondo.

Pues, básicamente, porque el mismo estudio señala que la reincidencia judicial en el periodo 2015-2020 fue del 53%. Un dato mucho más elevado y que ya empieza a romper su relato de que “estamos haciendo las cosas bien”. De este modo, esconden que más de la mitad de presos que fueron liberados en 2015 acabaron condenados de nuevo en los siguientes cinco años.

3- Obvian datos relevantes con el objetivo de rebajar la reincidencia penitenciaria

Ya hemos visto que la reincidencia penitenciaria es distinta a la reincidencia judicial. Pero es que, además, en el cálculo de la reincidencia penitenciaria no se cuentan datos relevantes que harían aumentar significativamente la tasa.

Por ejemplo, se obvian los enormes retrasos en los procesos judiciales. La lentitud de la justicia a la hora de celebrar juicios es una evidencia admitida por todo el mundo. Y claro, los casos en los que un preso liberado está pendiente de un nuevo juicio o de que le abran una nueva causa no cuenta en esta estadística (ni tampoco en la reincidencia judicial).

Funcionaios manifestandose delante de la cárcel de Brians, en Barcelona

Pero hay más datos que se omiten. Otro ejemplo son los reincidentes que puedan acabar entrando en otra prisión fuera de Cataluña. Tampoco se cuenta a los extranjeros que, una vez liberados, aprovechan el espacio Schengen para emigrar a otros países de la Unión Europea. Los inmigrantes son actualmente la mitad de la población penitenciaria en Cataluña, tienen menos arraigo que los autóctonos y una parte de ellos decide marcharse. Y, una vez fuera, no se sabe si vuelven a reincidir o no. Y, en el caso que lo hicieran, el sistema penitenciario catalán ya no los puede contabilizar.

Para calcular la reincidencia penitenciaria tampoco se contabilizan los nuevos delitos cometidos en los centros penitenciarios. Ni las llamadas Medidas Penales Alternativas para evitar la entrada en prisión (promovidas por el Govern y que en los años del estudio fueron de más de 14.000 casos anuales). Ni tampoco los acuerdos entre las partes con mediación extrajudicial (en los cinco años de estudio hubo 5.500 casos) ni las posibles defunciones. 

Además, tampoco se tiene en cuenta en este estudio la reincidencia de los internos que, en su primer delito, eran menores de edad (entre 14 y 18 años). Por lo tanto, un chaval que sale del centro de menores con 17 años y vuelve a entrar en prisión a los 21 años, tampoco sale en las estadísticas.

4- Mienten en la comparativa con Francia 

Esta es, sin duda, una de las principales tergiversaciones que hace la izquierda respecto a la reincidencia. Como hemos visto, repiten lo de que “aquí la reincidencia es del 20% y en Francia es del 40%”. Pero Marea Blava destapa, de nuevo, el engaño. 

Cada país contabiliza la tasa de reincidencia a su manera. La izquierda alardea de que Francia tiene el 40% de reincidencia, aunque realmente es del 45%. Pero la trampa principal es que se trata de la reincidencia judicial, es decir, reincidentes condenados o con causas judiciales abiertas. Además, el estudio en Francia duró dos años, en lugar de los cinco de Cataluña. Es decir, para comparar honestamente la realidad catalana con la francesa, la reincidencia judicial aquí (53%) es claramente superior a la de nuestros vecinos (45%).

También es superior la tasa de reincidencia judicial en Cataluña respecto a la de Alemania, que hizo un estudio a tres años y salió una reincidencia judicial del 46%, inferior a la reincidencia judicial en Cataluña (53%). Otro estudio alemán que duró tres años elevó esta misma reincidencia hasta el 66%.

Por lo tanto, aquellos que se llenan la boca de perseguir los ‘bulos’ y las ‘fake news’ de una supuesta “extrema derecha”, resulta que no tienen reparos para utilizarlos y tergiversar datos para beneficiar su particular relato. Un relato que dice que “el sistema penitenciario catalán es un éxito”. Sin embargo, los datos y la realidad que se vive en las prisiones ponen en duda este supuesto “éxito”.

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